• Un tercio de los edificios derrocha más de 50.000 millones de euros en energía primaria por ineficiencia energética
  • La rehabilitación de 10 millones de viviendas anteriores a 2001 podría crear más de 150.000 hasta 2050
  • La ciudadanía no es consciente Debería impulsarse la educación medioambiental para que el ciudadano esté dispuesto a asumir el reto

El diario El Mundo a través de Juanjo Bueno ha reunido a un grupo de expertos para valorar el estado del parque inmobiliario español y la oportunidad de proceder a su rehabilitación energética para ganar en eficiencia energética y generar empleo. Éstas son sus reflexiones:

– No se puede hablar de vivienda digna sin integrar la energía y la eficiencia energética entre sus requerimientos. Una máxima que el Día Mundial (5 de junio) del Medio Ambiente, cobra especial relevancia si tenemos en cuenta que España gasta entre 50.000 y 60.000 millones de euros en energía primaria al año, de los cuales una tercera parte se usa dentro de los edificios.

Una dependencia del exterior que sólo se puede frenar interviniendo, a través de la rehabilitación, sobre el parque edificatorio, poco eficiente y derrochador de energía. Según los expertos consultados, tres son los factores que frenan el impulso de la rehabilitación energética para conseguir un sector residencial más respetuoso con el medio ambiente: una voluntad política clara, más fuentes de financiación y la implicación ciudadana.

Para la arquitecta y directora del Congreso de Edificios de Energía Casi Nula (EECN), Inés Leal, «es necesario reclamar voluntad política como país y coherencia coordinada entre las decisiones que se tomen desde los diferentes ámbitos de los gobiernos estatal, autonómico y local». Y se muestra tajante en su planteamiento: «Es necesario un Pacto de Estado para una edificación de calidad, más sostenible y eficiente. En nuestro parque de viviendas viven personas y no se pueden tolerar determinadas situaciones de insalubridad, pobreza energética e inseguridad que todos sabemos que existen y que parece que nadie quiere asumir».

El despegue de las actuaciones no se ha visto todavía

Y es que, aunque en el último año se han dado importantes pasos en el marco normativo (Certificación de la Eficiencia Energética, Ley de la Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas, Plan Estatal de Alquiler y Rehabilitación, etc.), «el despegue de las actuaciones no se ha visto todavía», opina José Luis López, de la Asociación de Ciencias Ambientales. Y mucho menos las medidas que, a juicio de este experto, «deberán observar el potencial que tiene actuar en los edificios para dar cumplimiento a las normativas europeas que instan a España a actuar en materia de eficiencia energética, calidad del aire o eliminación de la pobreza energética».

«En este sentido», añade Georgios Tragapoulos, técnico de eficiencia energética de WWF España, «el Gobierno tendría que optar por una ambiciosa y rápida transposición de la Directiva 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética y, especialmente, a través de la transposición de varios artículos». En concreto se refiere al artículo 7, que establece un sistema de obligaciones para las empresas comercializadoras de energía; al artículo 5, sobre la función ejemplarizante que deben cumplir los edificios de los organismos públicos con la rehabilitación energética; al artículo 4, que cita la elaboración de una hoja de ruta para la rehabilitación del parque edificatorio existente en su totalidad; y finalmente el artículo 20, que menciona la creación de un fondo nacional de eficiencia energética, financiación y apoyo técnico.

Según Leal, «el trabajo normativo ha sentado las bases para facilitar y eliminar trabas a la rehabilitación y la regeneración urbana, pero no se puede continuar con un mercado inmobiliario y financiero estancado en el modelo anterior». «Es por ello», continúa, «que el Gobierno debería trabajar más activamente en los modelos de financiación facilitando la creación de organismos de intermediación para conseguir la viabilidad económica y jurídica en el campo de la rehabilitación».

Solicitan un fondo de eficiencia energética, que recaudará fondos de diversa índole Si bien es cierto que existen tres nuevas líneas de financiación de origen estatal, como son las subvenciones incluidas en el Plan Estatal, las convocadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y las líneas ICO, los expertos reclaman más fuentes de financiación para que se impulse la rehabilitación energética. Mientras que para Tragopoulos es importante que se constituya cuanto antes el fondo de eficiencia energética, que recaudará fondos de diversa índole como por ejemplo los que provendrán del sistema de certificados blancos, para Leal es vital despertar la creatividad financiera.

En este sentido, una garantía para el sector financiero privado podría provenir a través de un sistema de repago en la factura. Por su parte, Luis Álvarez Ude, director general de Green Building Council España (GBCe) , apuesta por el papel que debe cumplir el Gobierno como dinamizador de un mercado todavía inexistente, «ya que constituye una oportunidad única para crear empleo». El Grupo de Trabajo de Rehabilitación (GTR), que GBCe coordina junto a la Fundación Conama, ha demostrado que la rehabilitación de 10 millones de viviendas construidas antes de 2001 puede crear más de 150.000 empleos hasta 2050. Según Álvarez, «estas inversiones públicas en rehabilitación serían recuperadas a través de los impuestos pagados en la actividad generada, de modo que no se incrementaría el déficit».

Sin duda, habilitar mecanismos de financiación viables puede ayudar a que despegue el sector de la rehabilitación, pero también es prioritario incentivar las actuaciones. Para Diego Lasaosa, arquitecto y socio de Certicalia, «es importante premiar las rehabilitaciones que hagan un edificio más sostenible a través de la reducción de impuestos, como por ejemplo del IBI». «Aunque también será muy interesante», prosigue, «premiar al promotor de la rehabilitación con incentivos fiscales o facilidades de licencia». Es necesaria la sensibilización de la sociedad para llegar a conseguir una mayor cultura energética Con todo, es necesaria la sensibilización de la sociedad para llegar a conseguir una mayor cultura energética, coinciden los expertos.

«La mejora de la eficiencia energética de las viviendas y la apuesta por una producción energética limpia y autóctona, como la que pueden ofrecer las energías renovables, es algo que la sociedad misma tiene que empezar a demandar», explica Tragopoulos. «Y lo que es aún más importante», añade Álvarez, «hay que demostrar al ciudadano cuál es el impacto de sus viviendas en el medioambiente y, calculadora en mano, demostrarle que un desembolso en rehabilitación con criterios de eficiencia energética no es un gasto sino una inversión». Pero, además, no sólo hay que fomentar la sensibilización del ciudadano sino también conseguir su implicación. «No debemos tratar a los ciudadanos como espectadores de lo que se decida de ellos», opina Leal. Y concluye: «La educación medioambiental debe ser una prioridad y el ciudadano estará dispuesto a asumir el reto. Otros países europeos lo han conseguido».