La Comisión Europea apuesta por una climatización inteligente, eficiente y sostenible en la UE

Cada sector industrial tiene un amplio margen para reducir el consumo de energía, ahorrar en combustibles de importación y evitar emisiones

 

Inmaculada G. Mardones. – La Comisión Europea ha dado el paso para abordar en serio el despilfarro energéticos de los edificios y procesos productivos mediante la elaboración de una Estrategia que indica las pautas para optimizar ese consumo, como sustituir los combustibles fósiles por recursos renovables, aplicar la inteligencia en instalaciones más eficientes y divulgar información sobre cuáles de ellas reducen más la dependencia de las importaciones y las emisiones al medio ambiente, manteniendo el confort.

Desde la Plataforma Tecnológica Española de Geotermia (Geoplat) lamentan que esta Estrategia sea poco contundente en integrar las renovables en la edificación y la industria, por la sangría energética que suponen los usos térmicos para atender las demandas de calefacción y refrigeración. Con todo, se felicitan de que la Unión Europea considere esta cuestión, por fin como una prioridad.

La Comisión explica en las siguientes líneas los motivos que justifican esta Estrategia y sus líneas maestras:

¿Cuáles son los objetivos prioritarios de esta estrategia?
La Estrategia sobre calefacción y refrigeración en la UE es la primera iniciativa que se dirige al uso de energía para la calefacción y refrigeración en los edificios y la industria, que supone el 50% del consumo anual de energía. Al hacer el sector más inteligente, más eficiente y sostenible, se reducirá la dependencia de las importaciones de energía, los costes y las emisiones. La estrategia es una obra clave de la Estrategia Marco de Energía de la UE y contribuirá a mejorar la seguridad energética de la UE e implementar  la agenda del programa climático de la COP 21.


¿Qué es la calefacción y la refrigeración?

Por «Calefacción y refrigeración» se refiere a la energía necesaria para el calentamiento y enfriamiento de edificios, sean residenciales o del sector de los servicios (por ejemplo, escuelas, hospitales, edificios de oficinas). Se incluye también la energía necesaria para todos los procesos industriales de manufacturas de productos que utilizamos en nuestra vida cotidiana y la refrigeración en el sector servicios o el minorista (por ejemplo, la conservación de los alimentos en toda la cadena de suministro desde su fabricación al supermercado y al cliente).

¿Cuál es la situación de Europa en calefacción y refrigeración?

En la actualidad el sector representa el 50% del consumo anual de energía de la UE,  que supone el 13% del consumo de petróleo y el 59% del consumo total de gas de la UE para usos directos, lo que equivale al 68% del total de las importaciones de gas. Esto se debe a que:

  • Los edificios europeos son viejos, lo que entraña una serie de problemas, entre ellos:
  • Casi la mitad disponen de calderas anteriores a 1992, con una tasa de eficiencia por debajo del 60%.
  • El 22% de las calderas de gas, el 34% de los calentadores eléctricos, el 47% de las calderas de gasóleo y el 58% de las calderas de carbón han supera con creces su periodo de vida útil.

La rehabilitación de los edificios existentes rebajaría el consumo energético. Sin embargo, la tasa de renovación actual es inferior al 1%.

  • Bajo uso de las energías renovables: El gas natural es la fuente de energía primaria más utilizada para calefacción y refrigeración (46%), seguido del carbón (aproximadamente 15%), la biomasa (aproximadamente 11%), parafina (10%), energía nuclear  (7%) y sólo un 5% de energía renovables (eólica, fotovoltaica, hidroeléctrica). Otras renovables como la solar (térmica), el calor ambiental y la energía geotérmica suman el 1,5% y el resto de combustibles fósiles el 4%. Las renovables en general atienden al 18% del consumo de energía primaria en calefacción y refrigeración cuando existe un gran potencial para incrementar ese porcentaje.
  • Se desperdicia mucha energía: Con el calor generado en los procesos industriales que se desperdicia en la atmósfera o el agua en la UE se calcula que sería suficiente para cubrir las necesidades de calefacción de todos los edificios residenciales y terciarios de la Unión [1].

¿Qué es la estrategia?

Con el fin de disminuir las pérdidas de energía de los edificios, maximiza la eficiencia y aumentar la proporción de energías renovables, la estrategia de la UE identifica las siguientes actuaciones en calefacción y refrigeración:

1) Facilitar la rehabilitación de edificios

  • Desarrollar un paquete de herramientas para facilitar la rehabilitación de los edificios de viviendas en altura, por ejemplo, a través de la calefacción y equipos modernos de refrigeración, como las bombas de calor y el uso de materiales aislantes, así como consejos sobre los pasos a seguir.
  • Distribución mejorada de los costes para permitir que, tanto los inquilinos como los propietarios, se beneficien de la inversión en renovar los edificios y apartamentos viejos o en desuso y sustituir sus viejos sistemas de calefacción ineficientes por otros nuevos que utilicen fuentes de energía renovables o la introducción de modelos de redes de calefacción urbana (distric heating) inteligente de nueva generación.
  • Promover modelos de eficiencia energética ya probados en escuelas y hospitales públicos que proporcionen herramientas y ejemplos a las autoridades sobre las aportaciones de empresas de servicios energéticos; tener en cuenta la eficiencia energética en concursos públicos o soluciones de autoconsumo para hacer más eficientes estos edificios; cómo hacer rehabilitación energética, con instalaciones de sistemas de calefacción y refrigeración suministrados por fuentes de energía limpias y renovables. Estas iniciativas reducirán costes y aumentará la capacidad de gasto en materiales, equipos, eventos en pabellones deportivos, bibliotecas o restaurantes, por ejemplo
  • Reforzar la fiabilidad de certificados de eficiencia energética, que se evaluarán en la próxima revisión de la Directiva de eficiencia energética de la edificación. Esto facilitará información clara para los consumidores y los inversores en el uso de las energías renovables en edificios y enviará al mercado señales de un mayor uso más generalizado de las energías renovables en los edificios.

2) Aumentar el peso de las energías renovables

La calefacción y la refrigeración siguen siendo hoy en día muy dependientes de los combustibles fósiles. La energía renovable representa sólo el 18% de la calefacción y la refrigeración. La Estrategia de Calor y Frío llama la atención sobre el hecho de que la eficiencia energética y el despliegue de las energías renovables se complementan entre sí.

  •  En las próximas revisiones de la Directiva sobre energías renovables y la eficiencia energética de los edificios se incluirá elevar el porcentaje de soluciones de energía renovable en los edificios.
  • Se facilitará apoyo financiero para el despliegue de tecnologías de energía renovable a través de los Fondos Estructurales y de Inversión europeos, el programa Horizonte 2020 de la UE para la investigación y el desarrollo y el Plan Estratégico de Tecnología Energética Integrada.

3) Reutilización de residuos de la industria

Las instalaciones industriales y de generación eléctrica generan enormes cantidades de calor y frío residual que se disipa en el aire y el agua. Podrían implementarse las siguientes soluciones:

  • Vertido directo a sistemas de calefacción de barrios. Esto ya hace, por ejemplo, en la ciudad sueca de Gotemburgo donde más del 90% de todos los bloques de viviendas se calientan con el calor residual de las plantas industriales cercanas (refinerías y plantas químicas), la incineración de residuos y la cogeneración (es decir, el calor y frío residual de la generación simultánea de electricidad y calor) a través de una red de calefacción urbana de 1.000 kilómetros.
  • Refrigeración a través de máquinas de absorción y de cogeneración que transforman el calor en el frío para uso en edificios a través de una red de barrio. La absorción es un proceso que utiliza el calor residual de la incineración de residuos en las refinerías, durante los meses de verano para convertir el calor en frío. Esto ya se aplica en muchos sistemas de refrigeración de barrios como se hace en Viena que utiliza el calor producido por una planta de incineración de residuos de cogeneración para el suministro de refrigeración durante el verano.
  • Desarrollo de infraestructuras. Las autoridades nacionales y locales tienen un papel clave en fijar sus objetivos potenciales de calor residual o frío, regularlo y contribuir al desarrollo de la infraestructura necesaria para aprovechar ese potencial.

4) Involucrar a industrias y consumidores

  • Consumidores: Propietarios, arrendatarios, promotores y autoridades deben facilitar información fiable, para poder tomar decisiones adecuadas sobre las distintas opciones para; rehabilitación de edificios, soluciones sostenibles para calefacción y refrigeración, ahorro energético a través de mediciones avanzadas de facturación, automatización y control en tiempo real de la calefacción y la refrigeración; aumento de la capacidad de comprender qué se puede hacer, cómo estructurar sus proyectos y garantizar el acceso a la financiación.
  • Industria: En 2012, el consumo energético de la industria representó una cuarta parte del consumo total de energía final de la UE y la mayoría (73%) se utilizó para calefacción y refrigeración.

Las mejoras en la eficiencia energética para calentar y refrigerar en las industrias consumidoras intensivas de energía pueden lograrse de tres maneras: (1) Mejora los procesos, (2) Integración del calor entre plantas (y otros recursos energéticos) entre procesos para recuperar el exceso de calor dentro de sus propios emplazamientos a menudo a través de la simbiosis industrial en parques industriales, y (3) Transferencia del calor de baja temperatura no utilizado en las plantas a consumidores de calor industriales cercanos en el municipio, a través de las redes de calor.

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¿Cuáles serán los beneficios?

La aplicación de la estrategia traerá beneficios a todos, y más concretamente a:

  • Ciudadanos: Los ciudadanos comunitarios se beneficiarán de mejores condiciones de vida, confort y salud, un medio ambiente que saben será sostenible para generaciones futuras; verán sus gastos mensuales y anuales para calefacción reducidos. Por ejemplo, si su casa está equipada con una caldera de gas convencional utilizando 20 MWh de energía al año, una nueva caldera de gas de condensación puede ahorrar 275 euros anuales.  Los aparatos de calefacción eficientes basados ​​en energías renovables, como las bombas de calor, combinados con los calentadores de agua solares pueden reducir los gastos domésticos anuales en energía entre 1500-2000 y 300-500 euros. Los consumidores pasivos actuales pueden llegar a ser menos dependientes de los precios de las fluctuaciones de energía e incluso ser pequeños productores de energía renovable que puede vender el exceso de energía no consumido al mercado libre.
  • Trabajadores: La fabricación e instalación de equipos de energía basada en la energía eficiente y renovable y los equipos de las instalaciones son actividades intensivas en mano de obra, que, como promedio, pueden crear el doble de puestos de trabajo que en la fabricación e instalación de equipos de energía convencional.  Los productos y servicios energéticamente eficientes, generaron en 2010 aproximadamente 0,9 millones puestos de trabajo directos y 2,4 millones de indirectos.
  • Industria: Los costes de la energía podrían reducirse en un 4-10% con inversiones que podrían amortizarse en menos de 5 años.

Por otra parte, se reducirán las emisiones de CO2 y la contaminación del aire:

Teniendo en cuenta los objetivos del cambio climático de la UE, se espera que la demanda de calefacción y refrigeración descienda entre un 42% y 56% para 2050 con la consiguiente reducción de CO2. Se espera que el sector desempeñe un papel crucial en la reducción de emisiones.

Por ejemplo, con la nueva etiqueta energética de la UE y el Reglamento sobre diseño ecológico para calderas, donde se muestren los índices de eficiencia, por primera vez, se calcula un ahorro de 600 TWh de energía y 135 millones de toneladas menos de emisiones de CO2 para 2030.

Por otra parte, el nuevo Reglamento sobre productos de diseño ecológico de calefacción de aire, productos de refrigeración, enfriadores de proceso de alta temperatura y fan coils, completa el conjunto de requisitos de diseño ecológico sobre calefacción y refrigeración. Estas medidas podrían ahorrar un 5 Mtep al año en 2030. En correspondencia se dejarían de emitir 9 millones de toneladas de CO2.

Reducir el consumo de energía y aumentar la cuota de renovables en el suministro de calefacción y refrigeración contribuirán significativamente a mitigar la contaminación del aire especialmente en las zonas urbanas.

¿Cuál es la contribución de la calefacción y refrigeración para alcanzar los objetivos de eficiencia energética y más cuotas de energías renovables en la UE?

La UE está en vías de alcanzar una cuota del 20% de energías renovables para 2020. Sin embargo, ese objetivo sólo se alcanzará si la actual legislación de la UE sobre la eficiencia energética se aplica plenamente. Calentar y enfriar tiene un papel clave en garantizar que se cumplan los objetivos de eficiencia y energía renovable en la UE.

¿Dónde se sitúa en Europa comparada con otras partes del mundo?

Europa es un líder global en eficiencia energética y energía renovable:

  • Más del 90% de las calderas eficientes y renovables vendidas y utilizadas por los europeos han sido desarrollados y  producidos por empresas europeas.
  • Europa ostenta el porcentaje más elevado de cogeneración y generación de calor y electricidad a nivel mundial, por delante de los Estados Unidos y Japón.
  • Por otra parte, Europa es la cuna de las nuevas tecnologías emergentes como la cogeneración de células de combustible y la calefacción y refrigeración por geotermia. Los innovadores sistemas de calefacción y refrigeración urbanas creados por sus empresas no tienen competencia. Por ello suelen ser invitados a China, Corea del Sur, Rusia y el Medio Oriente para instalar y operar allí sus sistemas exclusivos.

¿Cuáles la perspectiva a largo plazo?

Europa quiere descarbonizar su parque de edificios para 2050. Eso significa que se ahorrará anualmente alrededor de 40.000 millones de euros en importaciones de gas y 4.700 millones  por petróleo. Las emisiones de CO2 en la Unión Europea se reducirían en un 30% y los gastos de europeos en calefacción y refrigeración de edificios y viviendas un 70%. La contaminación del aire derivada de la calefacción y refrigeración se reduciría en más del 90% evitando así los problemas de salud asociados.

La industria puede moverse en la misma dirección adelantándose a aplicar nuevas soluciones técnicas económicas y eficientes. Se estima que la industria podría reducir el consumo de energía un 4-5% en 2030 y un 8-10% en 2050 sólo implementando soluciones comerciales viables y disponibles.  La participación de las energías renovables alcanzaría más del 30% y gracias a los avances tecnológicos ayudarán a descarbonizar a las industrias y hacer los procesos productivos entre un 30% y 50% menos intensivos energéticamente.

¿Cuáles son los siguientes pasos?

La transición hacia un sistema de calefacción y refrigeración bajos en carbono requiere de acciones de todos los actores involucrados. Esto se realizará a través del marco de gobernanza para 2030, y acciones como:

  • La Directiva de Eficiencia Energética, la Directiva del Rendimiento Energético de los Edificios y la Iniciativa para la Financiación de Edificios Inteligentes de 2016.
  • El nuevo diseño del mercado de la electricidad y la propuesta de un Marco de Energía Renovable en el año 2016.
  1. Mediante una serie de medidas no legislativas, como:
  • El desarrollo de un paquete de herramientas para facilitar la renovación de los edificios de apartamentos
  • La promoción de modelos probados de eficiencia energética en escuelas y hospitales de titularidad pública;
    Ampliar el trabajo de la campaña BUILD UP para mejorar la capacitación de los profesionales de la construcción, en particular mediante una nueva unidad arquitectos y expertos en energía.

Más información: Calefacción y refrigeración en la Unión Europea

[1] Fraunhofer et al. (2015 – En curso), «Estudio sobre mapeo y análisis de la actualidad y futuro (2020 – 2030) del desarrollo de los combustibles (fósiles/renovables) para la calefacción y refrigeración ENER / C2 / 2014-641