Inmaculada G. Mardones.- Hace falta tener perseverancia, tenacidad y convicción en la viabilidad de un proyecto como el que propuso hace casi una década, Carlos Díaz (Cardial, recursos Alternativos), para no rendirse. Si se tira de hemeroteca, todo parecía un camino trillado cuando se lo planteó. Así lo recogían medios locales de Almería y Granada hace… más de seis años.

Ahora parece que la dirección general de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía está dispuesta a despejar los obstáculos que una y otra vez se han interpuesto desde la delegación territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en la provincia de Almería para que revise la documentación del proyecto y le de salida cuanto antes, según una circular a la que ha tenido acceso Geotermiaonline.com.

No es cuestión de perder más tiempo. Ver: Primera planta geotérmica en Níjar

Desde que llegó la electricidad a los campos del sureste español se hizo milagro. Y lo que era una tierra pobre, generadora de emigrantes, se convirtió en un vergel.

Con la mayor garantía presencial europea de sol –2.994 horas de media y 108 días completa ente despejados al año-, unos invernaderos protectores y un poco de agua extraída con bombas eléctricas de pozos artesianos, podrían abastecer de frutas, verduras y flores a los mercados continentales fuera de temporada.

Esta revolución se inició en los años sesenta del siglo pasado a El Ejido. Y su desarrollo no ha hecho más que crecer hasta alcanzar facturaciones anuales por encima de los 1.500 millones de euros. Todo ello bajo un pequeño “mar” de plástico.

El Ejido tiene la ventaja de estar a pie del Mediterráneo hacia donde vuelca la ligera pendiente del mar de plástico, un regalo para librarse de temperaturas de riesgo en invierno.

A muy pocos kilómetros hacia Levante y el interior, el campo de Níjar pugna por seguir la estela de El Ejido. Pero su lejanía del mar y su altitud, por más reducida que sea, le priva como mínimo de una cosecha anual. Lo impiden episodios de temperaturas invernales, que flirtean con las heladas.

Estos riesgos se evitan con calefacción, como hacen los holandeses. Pero repercuten en la competitividad de los cultivos por su elevado coste añadido. Hay agricultores en Níjar que facturan 400.000 euros al mes en gas para mantener la temperatura idónea de 8 hectáreas de invernaderos durante la temporada invernal.

“Nosotros se los calentaríamos a la mitad de precio”, asegura Carlos Díaz, director de Cardial, Recursos Alternativos, promotor de una planta de geotermia de media entalpía en la zona desde hace más de diez años.Cardial.1

Si Díaz hubiera iniciado su aventura con la financiación en mano estaría en la ruina. Nadie aguanta cruzado de brazos durante seis años pendiente de la concesión de un permiso.

Desde que en 2010 Díaz presentó la documentación para solicitar los permisos de investigación y explotación del yacimiento geotérmico de Níjar, la delegación competente a estos efectos de la Junta de Andalucía en la provincia de Almería ha puesto palos en las ruedas del proyecto.

En junio pasado, tras constituirse el nuevo Gobierno de la Junta, parecía que esos palos se retirarían. Pero no. La dirección general de Minas en Sevilla tomó cartas en el asunto y consultó con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), experimentado conocedor del subsuelo de la zona, para estudiar el caso e intentar desatascar la tramitación paralizada en Almería.

Con poco éxito. Hasta ahora. Sostiene Carlos Díaz que ya han realizado, homologado y contrastado con expertos de la Universidad de Almería y Sacyr Industrial la identificación y catalogación precisa –“y a pulso”- del yacimiento geotérmico de Níjar, con todo lujo de detalles. Sacyr Industrial es la única división de las grandes constructoras que desarrollan proyectos de geotermia complejos, como la climatización del antiguo Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, Patrimonio de la Unesco, y la del mercado de san Antoni también en Barcelona.

Desaladoras ilegales

Si el celo del responsable de minas de la delegación de la Junta en Almería con los permisos de la planta geotérmica de Níjar se aplicaran con el mismo rigor a la gestión del subsuelo –parece preocupar más la solvencia de los promotores que el proyecto en sí-, no se habrían pasado por alto las decenas de pequeñas desaladoras alegales, o ilegales que se prodigan en la zona y que vierten sin ningún miramiento a los acuíferos la sal muera que generan en el proceso de desalación del agua subterránea ya de por sí salobre, por al sobreexplotación de los mismos.

Algo así como la inyección de aguas residuales sin depurar que en algunas zonas de los Estados Unidos reinyectan en pozos profundos subterráneos, responsables de algunos de los sismos que se atribuían a la fracturación hidráulica para la extracción de hidrocarburos no convencionales.

“A 800 metros de profundidad hemos encontrado agua a 72º C y por la permeabilidad del terreno hemos detectado caudales de sal muera vertidos al yacimiento por muchísimas desaladoras ilegales”, sostiene Díaz.

–  ¿Cómo es posible?

–  A los agricultores el agua de la desaladora de Carboneras les sale muy cara. Entre 7.000 y 8.000 euros para 8 hectáreas de cultivos. Es mucho dinero. Si desalan el agua por su cuenta, sin declarar, a 2.000 euros: Así, por cada 6 litros de agua salobre que extraen, se quedan con uno y los 5 restantes, con una conductividad 8, los vierten aguas abajo para que los reciba el vecino. Te cargas el acuífero, si.. ¿pero…?”.

El yacimiento geotérmico de los campos de Níjar es sobradamente conocido por el IGME y la Universidad de Almería. No es de extrañar, que a Díaz, sus socios y Sacyr Industrial apuesten por su aprovechamiento para la climatización de los invernaderos en la zona.

Precios competitivos

Recientemente, han llevado a cabo mediciones directas de termometría con Sacyr y han localizado a 800 metros 72º C de temperatura con gradiente 0. “Con esas condiciones es suficiente para una planta geotérmica, pero bajaremos hasta los 1.300 metros para asegurar su funcionamiento. Su viabilidad está garantizada, si se comparan nuestros precios con los del gas”, añade Díaz. los precios del gas.

A principios de agosto expiraba el plazo que desde Sevilla se había instado a la delegación de Minas de Almería para que resolviera la tramitación de la planta geotérmica de Níjar.

Con el permiso de investigación en mano, Carlos Díaz agrega que solicitaron la concesión de explotación “para un perímetro muy inferior al del inicio para reducirlo a unas 550 hectáreas con dos pozos de extracción de calor, un intercambiador y la red de distribución del mismo desde una planta de entre 5MW a 7MW”.

La colaboración con la Universidad de Almería y socios industriales, la empresa Cardial Recursos Renovables proyectan desarrollar tres proyectos de investigación elegibles para su financiación por el Centro de Desarrollo tecnológico Industrial (CDTI) dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad. Entretanto han dado el paso de poner en marcha proyectos de generación térmica y eléctrica por geotermia en el Caribe. Y en función de cómo se desarrolle el de la térmica de Níjar, elevarían su formato para generar electricidad. En la península se limitan, de momento, a media entalpía.

Cardial.Esquema