Inmaculada G. Mardones. La Junta de Andalucía ha dado luz verde al proyecto geotérmico destinado a la climatización de invernaderos en el campo de Níjar (Almería) al aprobar los planes de labores necesarios para la puesta en marcha de la prospección. Con estos permisos, otorgados por la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, los promotores del proyecto empezarán la próxima semana los trabajos de campo en las zonas señaladas, y de ellas se obtendrán las mediciones de temperatura, caudal y análisis de las aguas del yacimiento geotérmico a explotar. Los datos obtenidos serán cotejados y certificados por una empresa acreditada colaboradora de la Junta, como paso previo a la concesión definitiva del permiso de explotación para construir la primera planta geotérmica de España.
De cumplirse todos los plazos previstos por los promotores Cardial, como solicitante, y Sacyr Industrial como ejecutor de las acciones de campo, la planta geotérmica para aprovechar la energía del subsuelo y climatizar con ella los invernaderos de los Campos de Níjar podrán podrá entrar en servicio en la próxima campaña.
Según los promotores, el plan de expansión previsto para el campo de Níjar prevé que al mismo tiempo que se construya la primera planta pueda iniciarse el proceso en otros puntos, y así generar en el menor tiempo posible esa red de estaciones que permita llegar a la máxima capacidad estimada, en estos momentos de 3.000 hectáreas.
Solvencia demostrada
Carlos Díaz, de Cardial asegura que cuentan con una demanda suficiente de agricultores para no parar el proceso una vez iniciado. También cree que esa primera planta que se instalará en el término municipal de Níjar, será el mayor escaparate en España de la utilización de energía geotérmica en el sector agrícola. Sacyr Industrial por su parte es el líder en geotermia en España, con distintos proyectos operativos y una avanzada tecnología demostrada. Sus proyectos más relevantes son la climatización del complejo modernista más grande del mundo, el Hospital de Sant Pau en Barcelona, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997 y el mercado de Sant Antoni, también en Barcelona, conjunto de viviendas unifamiliares en Tres Cantos (Madrid) y otros muchos.
La alianza con Sacyr ha prestado solidez al proyecto de Níjar, una vez superados los recelos de la delegación de la Consejería de la Junta en Almería que – sin fundamento y tras una desafortunada nota de prensa- había puesto en solfa la solvencia de los promotores. En particular ante la propuesta inicial de enlazar el éxito de la planta geotérmica para climatizar invernaderos con otra planta de generación geotérmica de electricidad y la magnitud del área a explorar. Esta asociación no se veía procedente habida cuenta de la saturación del mercado eléctrico de energías renovables y la ausencia de una política clara holística sobre energía del gobierno de España.
Cardial sostiene que agricultores de Murcia y Catalunya les han solicitado formalmente junto a sus socios tecnológicos e industriales la elaboración de memorandos de entendimiento que establezcan las bases de futuras plantas en sus zonas operativas. La firma almeriense ya ha firmado un proceso similar con una zona productiva del Caribe. No obstante, será la de Níjar la primera estación geotérmica española que permita ajustar todos los procesos de implantación hasta desarrollar un nuevo modelo de negocio energético 100% andaluz y listo para su exportación.
Multiplicar la producción
En las últimas décadas, iniciativas como las de Cardial en Níjar para aprovechar el calor de yacimientos geotérmicos como recurso térmico para climatización de grandes superficies y la generación de electricidad en ámbitos terciarios superan la cincuentena pero están aparcados o han renunciado. Todas las señales de las administraciones para incentivar su desarrollo han desaparecido, incluida la retribución por kw producido, algo que no ha sucedido con el resto de energías renovables.
Para los agricultores de cultivos intensivos la implementación de geotermia a pie de invernadero supone una ventaja ya que proporciona calor durante el invierno y evitar el efecto de las heladas o los cambios climáticos. Pero por encima de todo les permite tomar el control sobre la aparición de hongos y enfermedades. Facilita ofrecer una calidad uniforme de producto y libre de micro craking, la enfermedad que contrae el tomate almeriense en su traslado a los mercados de Europa del norte, además de multiplicar las cosechas y la producción por metro cuadrado. Para los que utilizan otros recursos para calentar esos espacios el coste pasará de unos 70.000 euros por hectárea con energías convencionales, a unos 15.000, se amortizan en una única campaña con el incremento de producción, según cálculos de Carlos Díaz.
Holanda, un gran productor de tomates, flores y hortalizas bajo invernaderos está sustituyendo la climatización de gas por la geotermia a medida que maduran las técnicas de exploración y perforación de pozos hasta localizar los yacimientos geotérmicos.
En las imágenes, invernadero de tomates, ámbito inicial del campo a explorar por Cardial, Carlos Díaz, portavoz de Cardial y trabajos exploratorios geotérmicos en Níjar