Con 1.000 MW de capacidad, equivale a una central nuclear de última generación

A 200 kilómetros al sur de Addis Abeba, la capital de Etiopía, se iniciará en breve la primera fase -hasta 2018- de la mayor central mundial de generación eléctrica por geotermia. Al término de la segunda fase, que se espera esté completada en 2021, alcanzará una potencia instalada de 1.000 MW, lo que la sitúa como la  mayor del mundo en su género.

La planta será construirá en Corbetti por  la compañía islandesa Reykjavik Geothermal y un socio norteamericano. Juntos asumirán  la mayor inversión extranjera jamás realizada en este país del noreste africano. La energía que se obtenga de la planta abastecerá a la población local, como también  a los países limítrofes. Del éxito de este proyecto dependerá la puesta en valor de los recursos geotérmicos etíopes estimados entre 3.000 y 5.000 MW de potencia.  El 16 de septiembre, la Agencia de Desarrollo  de Island (ICEIDA) firmó un Acuerdo de Colaboración con el Gobierno de Etiopía para cooperar en el desarrollo geotérmico del país.

Etiopia

El anuncio de esta iniciativa fue anticipado el 27 de septiembre por el primer ministro etíope Hailemariam Desalegn y el Viceprimer Ministro Dr. Michael Debretsion en la presentación del primer proyecto de energía independiente de la historia del país. La inversión se estima que alcance los 4.000 millones de dólares. La planta de Corbetti  encaja con los ambiciosos planes de Etiopía para convertirse en una economía neutra en carbono para el año 2025. Aunque más del 69 por ciento de la población del África subsahariana carece de electricidad, el continente tiene un gran potencial para el desarrollo de energías renovables en el campo de la geotermia, la hidráulica, la eólica y la solar. En Etiopía, sólo el 20 por ciento de la población tiene acceso a la electricidad.

El proyecto geotérmico de  Corbetti no es el único que se lleva a cabo en Etiopía, pero sí el más grande. Langano 7, a 125 kilómetros al sur de Addis Abeba, se está construyendo con 12 millones de dólares procedentes de la ayuda japonesa a la cooperación,  más un fondo suplementario de 13 millones de dólares del  Banco Mundial. El propio ejecutivo etíope contribuye con 10 millones y ha dado los pasos para aumentar su producción. El portavoz estatal Ethiopian Electric Power Corp. (EEPC), Miskir Negash, sostiene que Etiopía tiene el potencial para generar al menos 5.000 megavatios de energía geotérmica: «Tenemos la intención de multiplicar el proyecto geotérmico Langano Aluto, de los 7MW actuales de potencia hasta los 70 MW para el año 2015 «.

País soleado

Según EEPC, la generación eléctrica por geotérmica requiere perforaciones de hasta dos kilómetros en la corteza terrestre. No es barata y tecnológicamente resulta desafiante, debido a la ausencia de técnicos geotérmicos etíopes calificados, lo que hace que este recurso energético salga más caro que la hidroelectricidad o la eólica, aunque siga siendo más barato que la energía fotovoltaica.

La energía hidroeléctrica es actualmente muy barata en Etiopía; cuesta 0,5 dólares  kilovatio, mientras que en algunos países vecinos del este africano cuesta el doble. El  gobierno de Etiopía ha diseñado un plan maestro para dotarse de 30.000 megavatios instalados en 2020, para  suministro propio y exportar.

Para llevarla a cabo necesitan una línea de transmisión valorada en 1.500 millones de dólares hasta Kenia se conectaría  todo el oriente africano desde  Egipto a Sudán. Para Etiopía supondría acceder a los mercados de África Occidental.

El Servicio Geológico Nacional y EEPC representan al gobierno en el proyecto que se inició tras un acuerdo entre Islandia y el Banco Mundial. Es el segundo de estas características después de otro similar en Rwanda.  ICEIDA ayudará al  servicio geológico de Etiopía a identificar  los emplazamientos geotérmicos superficiales potenciales, así como a desarrollar los estudios geofísicos y geoquímicos pertinentes para identificar localizaciones donde efectuar la perforación de pozos de exploratorios..

Los emplazamientos geotérmicos se localizan en la zona de Tendaho Alalobeda y la región de Aluto Langano, así como en  Gedemsa.

La  energía geotérmica tiene dos grandes ventajas para Etiopía que ni las importaciones de hidrocarburos ni la hidroelectricidad pueden igualar. Las importaciones de petróleo y gas natural son caros y los vecinos usufructuarios del Nilo y sus afluentes han mostrado su preocupación por los impactos negativos de futuras presas en afluentes del Nilo Occidental.  En las altas llanuras de Etiopía se localiza una capacidad de generación hidroeléctrica cercana a los 45.000 MW,  la segunda mayor  de África.

En la actualidad menos del uno por ciento de la generación eléctrica etíope procede de la geotermia.

Los países africanos a lo largo del Great Rift Valley almacenan un enorme potencial energético. Kenia, Djibouti y Tanzania han comenzado ya a desarrollarlo. Etiopía no quiere quedarse atrás.  El Banco de Desarrollo de Etiopía ya ha dado los primeros pasos. Dispone de 20 millones de dólares prestados por el Banco Mundial para cedérselos a particulares  con el fin de que desarrollen proyectos propios de generación geotérmica. El país está amenazado por predicciones  a largo plazo de que las precipitaciones van a decaer en paralelo a la extensión de las sequías.