La  única grande de la construcción con una rama geotérmica la traspasa de su área industrial a la de infraestructuras

La compañía abandona pequeños proyectos para centrarse en grandes edificios o complejos residenciales

 Inmaculada G. Mardones.– El plan estratégico de la constructora Sacyr, una de las grandes del sector, ha mudado la dependencia del área dedicada a desarrollos geotérmicos de su división Industrial y la disuelto en la de infraestructuras y  edificación, según han confirmado fuentes de la compañía, reflejada en su Plan estratégico -2021-2025.

 Los rumores extendidos por el reducido colectivo geotérmico español apuntaban a un carpetazo de la matriz a la actividad geotérmica al reducirse el equipo que lidera Daniel Muñoz Sanz, pero no se trata de eso, sino de una recolocación en la estructura del grupo. Abandona el área industrial para depender de la construcción pura y dura.

El tránsito no supone el abandono de la geotermia, según fuentes de la constructora. A partir de ahora solo se contemplarán proyectos de envergadura, movimiento que agradecerán mucho las empresas dedicadas a la geotermia, caracterizadas por su pequeño o mediano tamaño. En más de una ocasión se han referido a Sacyr como “el cáncer” de la geotermia en España por supuestas bajas temerarias y su peso diferencial respecto a las pymes geotérmicas a las que les resulta difícil competir por lograr proyectos en un mercado escaso y muy competitivo, aunque incipiente. Desde la compañía niegan la mayor y refutan esa atribución en base a que compiten por los proyectos en igualdad de condiciones.

Fuentes de la constructora sostienen que las obras más singulares del sector, como han sido la climatización del hospital Sant Pau o el mercado de San Antón, ambos en Barcelona, se consiguieron en una licitación abierta.

Uno de sus proyectos más relevantes en desarrollo en estos momentos es el residencial Zaurak, promovido por la gestora de cooperativas Ibosa sobre los 16.550 metros cuadrados del espacio antes ocupado por la cervecera Mahou junto al estadio Vicente Calderón. Desde la brillante operación Madrid Río, impulsada por el alcalde Ruiz Gallardón sobre los túneles en los que encapsuló la M-30 sur, los terrenos del penúltimo campo de fútbol del Atlético de Madrid y aledaños ex industriales se ha convertido de una zona semidegradada en los suelos residenciales más cotizados del sur de Madrid, al norte del Manzanares. A razón de 4.530 euros el m2 en el caso de esta cooperativa, más 25.000 por la plaza de garaje y 8.000 el trastero.

La constructora Sacyr no sólo ejecutará los 22.000 metros cuadrados del complejo residencial diseñado por el estudio de arquitectura Morph. También se encargará de su climatización por geotermia, asegura Daniel Muñoz.

El suelo está flanqueado por Madrid Rio al sur y la proximidad del Palacio Real y el Paseo Imperial, una ubicación estratégica a la que Ibosa califica de “barrio residencial, desde el que se puede caminar al Madrid de los Austrias o disfrutar en unos minutos de la ampliación de Madrid Río. La cuenca del Manzanares se ha convertido en los últimos años en un enclave único con espacios de ocio destinados al deporte y la cultura”.

La gestora resalta en su folleto de promoción el carácter de “viviendas sostenibles, de consumo casi nulo. El uso de energías renovables garantiza una mayor eficiencia energética que se traduce en un importante ahorro energético para la vivienda y económico para su propietario”. Pero apenas menciona a la geotermia, que será el recurso térmico para su climatización.

Esa ausente mención evidencia el escaso conocimiento de esta energía renovable entre la sociedad española y su escaso gancho comercial entre quienes van a hacer la inversión más importante de su vida, como es la compra de una vivienda. Apenas se le dedica atención a la eficiencia energética y gastos de mantenimiento durante su vida útil.  Hasta la página 50 de las 60 del dossier sobre la memoria de calidad de las 224 viviendas del  Residencial Zaurak -antes Stellae-, no aparece que su climatización se efectuará mediante “aerotermia y/o geotermia por suelo radiante/refrescante por agua con control independiente de temperatura por estancias”.

Rehabilitación y climatización del mercado barcelonés de Sant Antoni con pantallas termoactivas

La promoción de la gestora Ibosa es un caso excepcional en el que coinciden que la misma empresa constructora de la edificación se encargue de la perforación de las sondas y la instalación de la climatización, aunque sea a través de subcontratas. Un caso aislado.

Subcontratas

Porque la distorsión en el reducido mercado de la geotermia somera -mientras nadie en España se arriesgue a explorar en profundidad yacimientos de altas temperaturas, se extiende en general a otras grandes constructoras que consiguen proyectos de edificación con climatización geotérmica. En las viviendas de cooperativistas levantadas en la manzana que ocupó Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid en la calle Guatemala, Ferrovial troceó todos los elementos de la instalación al mejor postor en cada una de las especialidades; perforación, sondas, conducciones, suelo radiante…

Esta dislocación de actividades, en opinión de varios pequeños empresarios de geotermia consultados, no general resultados óptimos. Tampoco la instalación consigue la máxima eficiencia que se persigue. Primero porque resulta complejo coordinar las diferentes subcontratas de cada actividad; segundo, porque la gestión de la “unidad geotérmica” se ve obstaculiza por la no siempre coincidencia de criterios de los distintos operadores.