Un proyecto piloto intenta aprovechar el calor del volcán de La Palma para electrificar la isla
Las ayudas estatales pueden alcanzar el 70% del coste de una instalación y amortizarse en un año
Inmaculada G. Mardones.– La estrepitosa subida de la energía derivada de las sanciones a Rusia, el colapso de sus exportaciones de gas y el sistema de atribución de precios en el mercado europeo, que retribuye a las distintas fuentes energéticas al precio marginal más elevado, ha supuesto una pedrada en el ritmo de la recuperación económica, tras la pandemia. Las cifras son tan disparatadas (hasta los casi 700 euros el MWh) que, al margen del mecanismo de fijación de precios de la electricidad, muchos expertos dirigen su mirada a la geotermia, por ser la única energía renovable que no depende de terceros. Nadie la puede boicotear o cancelar su suministro. Está donde se usa siempre.
José Manuel Regueiro, presidente del Colegio de Geólogos, era entrevistado en Radio Nacional de España para relatar qué puede aportar la geotermia en estos momentos tan convulsos de disponibilidad y extrema carestía de gas y petróleo. Su respuesta es contundente: «mientras el precio de la energía ha escalado hasta los 200 y 500 € el MWh, con la geotermia saldría a 3 euros».
Para el representante de los geólogos, la geotermia goza en estos momentos de una oportunidad histórica por la apuesta que el Gobierno ha impulsado para su desarrollo, por primera vez. «De tal manera, destacaba en la entrevista de RNE, que una instalación media geotérmica para dotar a una vivienda (unifamiliar) de una instalación para calefacción, refrigeración y agua caliente, que puede costar alrededor de 20.000 euros, las ayudas estatales pueden alcanzar hasta el 70% de ese coste. Y lo que hasta ahora se amortizaba entre cinco o seis años se puede conseguir en uno».
El común de las instalaciones requiere pozos de trasferencia térmica del subsuelo de unos 100 metros donde la temperatura es similar a la de una bodega que siempre mantiene una temperatura constante, cuando se trata de la geotermia somera.
En el ámbito de la geotermia profunda para el uso directo del calor de la tierra o la generación de electricidad, Regueiro dio cuenta de dos proyectos que serían los primeros en ponerse en marcha en España. El primero de ellos es un piloto desarrollado entre Repsol, la Universidad de Navarra y el Cabildo de la Palma al rebufo del volcán que ha permanecido activo durante 84 días y en cuyo entorno se localizan temperaturas en torno a los 400 º C.
«Con una dependencia del 80% de suministro energético del exterior, no podemos esperar más a desarrollar proyectos propios», apuntala Regueiro, partidario de un plan energético que reduzca esa dependencia.
También en Timanfaya, en la isla de Tenerife, tratan de desarrollar con el apoyo del IGME una pequeña planta con el elevado calor que se localiza a poca distancia de la superficie. Repsol, como se sabe ha conseguido licencia de exploración en un amplio espacio central de la isla de Gran Canaria. Ver
Regueiro no entiende que en el contexto energético actual el Gobierno de Sánchez haya prohibido la exploración de uranio y la de hidrocarburos, cuando se ha vuelto a poner en marcha, además, una central de carbón como la de As Pontes en Galicia, que llevaba cinco meses clausurada. «El gobierno debería ser valiente en estas circunstancias», concluye