El 7% del consumo eléctrico nacional podría ser cubierto por fuentes geotérmicas para el 2050
La mitad del gas importado para cocinar y calentar en Suiza (16 Teravatios/hora) proviene de Rusia
El sector considera que la geotermia podría reemplazar todas las importaciones suizas de gas ruso
El servicio de información suizo publica en su sección de ciencia en varios idiomas una perspectiva sobre la independencia energética del país y el protagonismo que podría desempeñar la geotermia profunda. Por su interés reproducimos íntegra esa información publicada el 10 de junio de 2022.
Simon Bradley.- La guerra en Ucrania y la crisis climática han puesto a los gobiernos a trabajar en la búsqueda de recursos energéticos de carácter local. Los defensores de la geotermia afirman que puede ayudar a Suiza a lograr ese objetivo, pero necesita para ello una «historia de éxito».
En los lujosos baños termales de Lavey-les-BainsEnlace se puede observar a los visitantes regodeándose en las piscinas al aire libre al tiempo que admiran a distancia las blancas cimas de las montañas.
Con temperaturas de entre 33 y 36 grados centígrados, la burbujeante agua terapéutica de la zona se considera la más cálida de Suiza. Cuando emerge en el valle del Ródano, a poca distancia del lago Leman, el agua ya ha realizado un largo y serpenteante viaje. Lo inicia en las montañas de enfrente, desde las cuales desciende a una profundidad de 3 000 metros, absorbe calor y luego asciende nuevamente a la superficie en el pueblo de Lavey-Morcles, gracias a una red de grietas existente.
Muy cerca de los baños se encuentra una plataforma de perforación que irrumpe el silencio característico de la zona. Desde enero, varios equipos de ingenieros excavan en las profundidades del subsuelo en busca de agua caliente. Casi 200 años después de que se descubrieran las primeras aguas termales naturales de la zona, apuestan por seguir explotando esta «anomalía geológica«, solo que esta vez es para generar electricidad y calor renovables como parte de la transición energética que vive Suiza.
En la región de la presa de Emosson, el agua fluye por las profundidades del subsuelo y se calienta antes de subir a la superficie en el valle del Ródano a través de una red de grietas. AGEPP
“Todo avanza bien”, dice Jean-François Pilet, director de la compañía Alpine Geothermal Power Production, empresa que gestiona la prospección. “Al principio iba muy lento, pero ahora las cosas se están acelerando un poco”.
El objetivo del proyecto es aprovechar el agua con al menos 110º C y que garantice un caudal mínimo ideal de 40 litros por segundo, que permitirá generar electricidad.
Hasta ahora, la primera etapa ha implicado perforaciones verticales de hasta 1800 metros de profundidad. Ahora, la plataforma se prepara para perforaciones en ángulo de hasta 500 metros de longitud. Si el caudal y la temperatura del agua encontrada no cumplen con los requisitos buscados, entonces las horadaciones podrían ser de hasta 3000 metros por debajo de la superficie.
Utilizando herramientas especiales que se introducen en la profundidad del pozo, los ingenieros pueden recrear una imagen de las formaciones rocosas e identificar las grietas abiertas más productivas por las que circula el agua caliente. Es como construir un rompecabezas en 3D, dice Pilet.
Cuando se complete la perforación en 2024, y el emplazamiento esté equipado con una planta de energía que lo acompañe, el proyecto estaría listo para proveer electricidad a alrededor de 1 000 hogares, así como calefacción para edificios y otros usuarios.
Es mucho lo que está en juego en este proyecto piloto que prevé una inversión de 40 millones de francos suizos (38,47 millones de euros financiados, en parte, por la Oficina Federal de Energía (DETEC). Si tiene éxito, será el primer proyecto geotérmico profundo operativo desarrollado en los Alpes suizos y podría allanar el camino para otros parecidos.
Proyecto piloto
En Suiza el sector geotérmico es todavía es muy modesto. En materia de electricidad, no existe generación por geotermia. Y energía geotérmica somera (hasta 400 metros de profundidad), generada mayoritariamente por bombas de calor instaladas en viviendas y edificios, cubrió solo 1,3% de las necesidades de calefacción del país en 2020. Pese a ello, la asociación Geotermie Schweiz estima que, al menos, una cuarta parte de las necesidades de calefacción del país podrían ser cubiertas gracias a fuentes subterráneas de calor, mediante bombas de calor de profundidad baja y media, antes del 2050.
La DETEC también se muestra optimista: al menos el 7% del consumo eléctrico nacional podría ser cubierto por fuentes geotérmicas, según sus previsiones para el 2050.
La energía geotérmica tiene un gran potencial en Suiza, dice Benoit Valley, profesor del Centro de Hidrogeología y Geotermia de la Universidad de Neuchâtel: “Pero los proyectos pueden ser difíciles de implementar y conllevan riesgos exploratorios”, dice. “Tenemos que aceptar que requieren una inversión considerable y que no siempre funcionarán”
Oportunidades y riesgos
Debido en parte a los subsidios estatales y las estrategias proactivas emprendidas por algunos cantones, la energía geotérmica está gozando de un renovado interés, con proyectos en preparación, o ya en construcción, en Vaud, Ginebra, Jura, Friburgo, Basilea, Turgovia y el centro de Suiza.
[El siguiente mapa ofrece una visión general de los proyectos geotérmicos en Suiza: verde (proyecto operativo); azul (obras en curso); amarillo (en fase de planificación); rojo (proyecto abandonado)].
“Después de ciertas dudas iniciales, Suiza finalmente ha decidido explorar su subsuelo profundo para desarrollar su potencial geotérmico”, escribió la experta en geotermia Nicole Lupi en un artículo publicado recientemente en el portal La Vie Economique.
En Europa, son Islandia, Francia y Alemania lideran el camino en proyectos de energía geotérmica. Suiza, que no tiene un historial de exploración de petróleo o gas, debe construir su propio sector geotérmico «prácticamente desde cero», dijo Lupi.
Hay muchos obstáculos potenciales. Los proyectos geotérmicos profundos pueden verse frenados por inquietudes de carácter ambiental. Por otra parte, el trabajo de perforación implica riesgos. Terremotos menores obligaron a abandonar proyectos en San Gall (2013) y Basilea (2006).
En febrero pasado, la decisión del gobierno de Jura de relanzar un proyecto geotérmico profundo en Haute-Sorne despertó inquietud entre los residentes. Jack Aubry, presidente de una asociación de ciudadanos de la región del Jura, consideró que la idea de inyectar agua a 5 000 metros bajo tierra era un “experimento científico peligroso ”.
Pilet dice que el proyecto Lavey es seguro e insiste en que es muy diferente a sus antecesores de San Gall y Basilea, además de que estár constantemente monitoreado.
“Aquí no estamos perforando una falla geológica como en San Gall. Y no estamos haciendo fracturación hidráulica (fracking) como en Basilea”, explica. “Con nuestro proyecto tenemos un solo pozo para extraer agua; no estamos reinyectando agua en las profundidades del subsuelo”, precisa.
Un cabezal de perforación utilizado para el proyecto geotérmico de Lavey. swissinfo.ch
La energía geotérmica profunda tiene muchas ventajas sobre otras energías renovables, expresó Lupi. Se puede usar de forma continua y puede incrementarse cuando existe una elevada demanda diaria o estacional, lo que podría ayudar a resolver el problema del suministro en invierno y también a reducir la dependencia suiza del gas. Asimismo, el precio de la energía geotérmica es estable, a diferencia de la volatilidad de precios de los combustibles fósiles, y no se ve afectado por las fluctuaciones climáticas.
“Todo lo que se necesita ahora para que esta energía renovable gane un impulso sostenible en Suiza es una historia de éxito”, escribió Lupi en La Vie Economique. “La solución está literalmente bajo nuestros pies”.
Sustituir el gas ruso
Últimamente, la crisis climática y la guerra en Ucrania han agitado nuevas las ideas y dirigido la atención otra vez hacia la necesidad de desarrollar fuentes de energía renovables, como la geotérmica, para acelerar la transición energética y la seguridad de los suministros.
El gas representa aproximadamente el 15% del consumo final de energía de Suiza y se utiliza principalmente para calentar y cocinar. Alrededor de la mitad del gas importado, es decir, unos 16 TWh, proviene de Rusia.
Para reducir su dependencia del gas ruso, el gobierno suizo ha intensificado sus esfuerzos para adquirir gas de otras fuentes, asegurar capacidad de almacenamiento adicional e importar más gas natural licuado.
Simultáneamente, la industria geotérmica está procurando con intensidad para obtener una parte de la tarta. Hace unas semanas, un grupo de 150 empresas europeas líderes, incluidas empresas de servicios públicos y proveedores de servicios, escribieron a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instándola a desarrollar una estrategia para aprovechar la energía geotérmica y reemplazar la dependencia de Europa de las importaciones de gas ruso.
Geothermie Schweiz considera que la energía geotérmica podría reemplazar en última instancia todas las importaciones suizas de gas ruso, y argumenta que solo se requiere más voluntad política.
La DETEC, en tanto, es más cautelosa en este frente. Si bien las estimaciones de la asociación parecen razonables, no existe una única solución tecnológica que pueda reemplazar el suministro de gas, afirmó Lüthi: “En la situación actual, el tiempo apremia y hay que buscar soluciones tanto de corto como a largo plazo”