- La compañía declinó participar en las prospecciones de Tenerife en mayo y se adjudicó cerca de 4 millones del IDAE
Geotermiaonline.com.- Según informa El Economista, Repsol ha abandonado las prospecciones de geotermia en las Íslas Canarias. Tras rechazar varias zonas de investigación en Tenerife el pasado mayo, la cotizada declinó a mediados de este mes seguir adelante con el proyecto de prospección en La Palma, según anunció el vicepresidente de Canarias y consejero de Economía, Industria, Comercio y Autónomos, Manuel Domínguez.
La compañía que dirige Josu Jon Imaz abandona todos los proyectos en el archipiélago para hacer prospecciones con las que extraer energía del calor subterráneo. Para el desarrollo de La Palma, Repsol preveía desembolsar 34 millones de euros y había recibido unas ayudas del Instituto de Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) de alrededor de 4 millones de euros, de los 15 millones que consiguió para los estudios geotérmicos en Tenerife, Madrid y La Palma.
La multienergética habría declinado la investigación de las cuadrículas adjudicada en la isla, llamada Vulcania, por cuestiones de tiempo, es decir, por el retraso en los permisos, lo que ha derivado también en que la petrolera no pudiese cumplir los periodos de concesión de ayudas. Los trabajos exploratorios se realizarían durante 16 meses y afectarían a los municipios de Fuencaliente, Villa de Mazo, Breña Baja y Breña Alta.
La convocatoria en la isla de La Palma comenzó el año pasado, aunque sufrió retrasos por la advertencia de la Abogacía del Estado de que la elaboración de cuadrículas marítimas para realizar las prospecciones estaba fuera de las competencias de la comunidad autónoma. Esto llevó al Gobierno de Canarias recular y eliminar dichas delimitaciones marítimas.
Por otro lado, la Directora General de Industria de Canarias, Ana María Zurita, explicó a elEconomista.es que en su opinión no hay un problema de autorizaciones, ya que es un asunto «solventado» debido a que el Ejecutivo insular tiene la capacidad por su situación de emergencia energética de elaborar un procedimiento exprés con el que dar esas autorizaciones de una manera «bastante rápida», aseguró.
Por otro lado, las prospecciones también recibieron ayudas del IDAE. Estas subvenciones se incluían dentro de una licitación elaborada por la entidad pública el pasado febrero de 106 millones de euros, de los que 102 millones fueron a parar a las islas Canarias. De ellos, 48 millones se dedicarían a la isla de La Palma, la cual abandonó la semana pasada Repsol pese a ser adjudicatario, otros 43,2 millones en Tenerife y 15 millones en Gran Canaria. Además de Repsol, otras compañías como Disahan sido adjudicatarias del concurso.
El plazo límite para abonar las subvenciones, provenientes de fondos europeos, concluía el 30 de junio de 2026, lo que acortaba el plazo para desplegar las investigaciones. No obstante, el consejero de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, Mariano Hernández Zapata, aseguró que en el caso de que se entienda que los plazos de ejecución «son demasiado cortos», confía en el «buen hacer del Comisionado y su influencia para que existan prórrogas y se puedan ampliar los plazos».
También en Madrid
Por otro lado, el titular de la cartera energética canaria indicó que espera que los fondos asignados a Repsol por el IDAE puedan distribuirse entre los nuevos adjudicatarios.
Los primeros proyectos de geotermia profunda impulsados y financiados por el IDAE por primera vez en España corren el riesgo de seguir la misma suerte que éstos de Repsol en el archipiélago canario y en la Comunidad de Madrid por las demoras administrativas autonómicas en otorgar los permisos de prospección y perforación.
Mientras la administración central, a través en estos casos del IDAE y el ministerio de Sara Aagesen, impulsa con ayudas el desarrollo de la energía geotérmica profunda para aprovechar el calor de la tierra para climatización o generar electricidad, las burocracias autonómicas, por desconocimiento o dejadez, lo torpedean. En todos los países europeos, cualquiera que sean sus territorios, como las portuguesas islas atlánticas de las Azores mantienen activos plantas o permisos de exploración de geotermia