La Comisión Europea propone reducir un 40% las emisiones para 2030
Europa ha vivido en las últimas semanas una batalla por el paquete de medidas sobre el clima y energía para 2030. El enfrentamiento era patente entre Estados miembros y en la propia Comisión Europea, que hoy ha presentado su propuesta. El resultado final es que Europa se compromete a reducir sus emisiones de CO2 en un 40% respecto al nivel de 1990 y a lograr un porcentaje de renovables de al menos el 27%. Estos compromisos se alejan de aquellos que desde la propia Comisión o desde algunas capitales querían rebajar las expectativas, pero al mismo tiempo han defraudado a las organizaciones ecologistas.
Bruselas era consciente de que no podía proponer un paquete muy ambicioso, ya que su propuesta deberá pasar por una cumbre, en la que los jefes de Estado y de Gobierno tendrán poder de veto. «Hemos propuesto un sistema flexible para que pueda ser aceptado. Si no lo hubiéramos hecho así, esta propuesta nacería muerta», admitió la comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard.
Ha sido ella la que ha liderado la batalla contra el otro sector —encabezado por el comisario de Energía, Günther Oettinger— para lograr que la reducción de emisiones alcance el 40% en lugar del 35%; y que los objetivos de renovables sean obligatorios para toda la UE. Pero esta propuesta queda descafeinada al no dividirse, como ocurría hasta ahora, en objetivos nacionales vinculantes que puedan derivar en sanciones para los Estados miembros en caso de incumplimiento. Fuentes comunitarias señalan, sin embargo, que se hará un seguimiento de que se cumplen estos objetivos. Se trata de unos compromisos «ambiciosos y realistas», en palabras del presidente del Ejecutivo europeo, José Manuel Barroso, que justificó la desaparición de los objetivos nacionales de renovables con el argumento de que han producido distorsiones en el pasado. Entre los Estados miembros, Reino Unido ha sido el principal opositor a obligar a los países a un determinado porcentaje de energías limpias.
Lo que Barroso cree «ambicioso» es calificado de decepcionante desde las ONG. «El objetivo del 40% acaba con las esperanzas de mantener las temperaturas dos grados por debajo de lo que se considera el nivel de peligro», aseguran en Intermon Oxfam. «Las renovables podrían aportar la mitad de la energía en 2030. El objetivo del 27% debilita la posibilidad de Europa de transformar su sistema y dejará a los ciudadanos y empresas expuestos a los precios volátiles de la energía», añaden en Greenpeace.
El recorte del 40% en las emisiones de gases contaminantes incluye como novedad que la reducción tendrá que producirse dentro de la UE: no se permitirá que los países contabilicen como esfuerzo propio dentro de su objetivo nacional las inversiones que hagan en proyectos medioambientales de países en desarrollo.
La Comisión insta ahora a los Gobiernos y al Parlamento Europeo a aprobar sus propuestas a finales de año para que pueda convertirse en un compromiso oficial de la UE a principios de 2015. (de EL PAÍS por Luis Doncel)
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Editorial de EL PAÍS 27 ENE 2014
Grave retroceso
La renuncia de la UE a concretar objetivos compromete la lucha contra el cambio climático
Europa había sostenido hasta ahora contra viento y marea la bandera de la lucha contra el cambio climático. Fruto de ese compromiso, en 2007 había establecido como objetivos para el año 2020 su famosa tríada: 20% de reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, que el 20% de energía proceda de fuenes renovables, y 20% de ahorro en el consumo energético. A seis años de la fecha establecida, los objetivos están muy cerca. En 2012, la UE había reducido las emisiones en un 18%, las renovables aportaban el 14,4% de la energía y el objetivo de ahorro parecía también factible. Estas cifras demuestran que en la lucha contra el cambio climático lo determinante es la voluntad política, y que la herramienta más eficaz es fijar objetivos y plazos concretos.
Pese a esta constatación, a la hora de establecer los objetivos para los siguientes 15 años la UE ha renunciado por el momento a establecer objetivos concretos en dos de las tres grandes líneas de actuación ahora consideradas prioritarias. El único ámbito en el que se ha fijado un objetivo concreto para el año 2030 es el de las emisiones de efecto invernadero, que se ha concretado en una reducción de entre el 35% y el 40% respecto de 1990. Se trata de un porcentaje considerable, aunque alejado del 55% que pedían los grupos ecologistas, y fácilmente asumible si se tiene en cuenta que, sin aplicar nuevas medidas, las establecidas hasta ahora ya garantizan para esa fecha un 32% de reducción.
Especialmente grave es la falta de concreción en el objetivo de energías renovables. La decisión favorecerá la energía nuclear, cuya potenciación será necesaria para lograr la reducción de emisiones acordada. Ha sido la presión de Francia, principal potencia nuclear de Europa, y Gran Bretaña, que tiene en proyecto ampliar su parque nuclear, la que finalmente se ha impuesto, frente al criterio de Alemania, que mantiene su programa de abandono progresivo de la energía de fisión. El plan debe pasar todavía el cedazo de la cumbre de jefes de Estado de marzo próximo, por lo que la UE está aún a tiempo de revisar un plan que puede comportar cierta ventaja competitiva a muy corto plazo, pero a la larga puede devenir una grave desventaja frente a los desafíos que comportará el cambio climático. Y es también un error político. Rebajar su nivel de ambición debilita a la UE en uno de los pocos ámbitos en los que aún tiene una acreditada capacidad de liderazgo mundial.
Comunicado oficial de la Unión Europea:
Objetivos para 2030 en materia de clima y energía en favor de una economía competitiva, segura y baja en carbono en la UEUna reducción del 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a los niveles de 1990, un objetivo vinculante a escala de la UE de al menos un 27 % de energías renovables, unas ambiciones renovadas en materia de políticas de eficiencia energética, un nuevo sistema de gobernanza y una serie de nuevos indicadores para garantizar un sistema energético competitivo y seguro: estos son los pilares del nuevo marco de la UE en materia de clima y energía para 2030 presentado hoy por la Comisión Europea. Fundamentado en un análisis detallado de los precios y costes de la energía, el marco de 2030 garantizará una seguridad normativa a los inversores, así como un planteamiento coordinado entre los Estados miembros, lo que propiciará el desarrollo de nuevas tecnologías.El objetivo de este marco es impulsar un avance continuo hacia una economía baja en carbono y un sistema energético competitivo y seguro que garantice una energía asequible para todos los consumidores, incremente el nivel de seguridad del suministro energético de la UE, reduzca nuestra actual dependencia de las importaciones de energía y cree nuevas oportunidades de crecimiento y empleo, todo ello teniendo en cuenta el posible impacto de los precios a más largo plazo.La Comunicación en la que se define el marco de 2030 se debatirá al más alto nivel, particularmente en el Parlamento Europeo y el Consejo. Viene acompañada de una propuesta legislativa relativa a una reserva de estabilidad del mercado para el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE de la UE) que se pondrá en marcha en 2021 y está destinada a mejorar su solidez. Un informe sobre los precios y los costes de la energía en Europa, publicado junto con la Comunicación, señala que el aumento de los precios de la energía puede atenuarse parcialmente si se garantizan unas políticas energéticas y climáticas rentables, unos mercados de la energía competitivos y una mayor eficiencia energética.El presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, ha declarado: «La acción por el clima es crucial para el futuro de nuestro planeta, mientras que una auténtica política energética es clave para nuestra competitividad. El paquete presentado hoy demuestra que no hay nada de contradictorio en abordar estos dos aspectos de manera simultánea, sino que estos se refuerzan mutuamente. La UE tiene el máximo interés en construir una economía generadora de empleo y que sea menos dependiente de la importación de energía, y desea conseguirlo mediante un aumento de la eficiencia y una mayor dependencia de la energía limpia producida internamente. El ambicioso objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 40 % para el año 2030 constituye el hito más rentable en nuestro camino hacia una economía baja en carbono. Finalmente, el objetivo de al menos un 27 % de energías renovables es una señal importante: representa estabilidad para los inversores, estimula la creación de puestos de trabajo ecológicos y contribuye a la seguridad de nuestro suministro».Günther Oettinger, Comisario de Energía, ha declarado lo siguiente: «El marco de 2030 representa el impulso que desea dar la UE a un progreso hacia una economía competitiva y baja en carbono, así como hacia la estabilidad de las inversiones y la seguridad del suministro energético. Mi objetivo es asegurar que la energía siga siendo asequible para los hogares y las empresas. El marco de 2030 fija metas muy ambiciosas en cuanto a la acción contra el cambio climático, pero también reconoce que estas deben alcanzarse al menor coste. El mercado interior de la energía constituye la base para la consecución de estos objetivos y yo voy a continuar trabajando en su completa realización, a fin de poder explotar todo su potencial. Esto incluye la “europeización” de las políticas en materia de energías renovables».Connie Hedegaard, Comisaria de Acción por el Clima, ha manifestado: «A pesar de todas las voces que auguraban que ninguna medida ambiciosa saldría hoy de la Comisión, lo hemos logrado. Una reducción de las emisiones del 40 % es el objetivo más rentable para la UE y, además, tiene en cuenta nuestra responsabilidad a nivel mundial. Asimismo, sin duda, Europa debe continuar poniendo un fuerte énfasis en las energías renovables. Esta es la razón por la cual es tan importante que la Comisión esté proponiendo hoy un objetivo vinculante a escala europea. Ahora resta llegar a acuerdos sobre los pormenores del marco, pero ya ha quedado marcada la dirección que debe tomar Europa. Si todas las demás regiones tuvieran nuestro mismo nivel de ambición en la lucha contra el cambio climático, el mundo gozaría de mejor salud».Los elementos clave del marco político para 2030 establecido por la Comisión son los siguientes:
La Comunicación en la que se define el marco de 2030 va acompañada de un Informe sobre los precios y costes de la energía, que evalúa los motores clave y compara los precios de la UE con los de sus principales socios comerciales. Los precios de la energía han aumentado en casi todos los Estados miembros desde 2008, principalmente debido a los impuestos y gravámenes, pero también como consecuencia de los elevados costes de la red. La comparación con los socios internacionales pone de manifiesto el aumento de las diferencias de los precios, en particular en relación con los precios del gas en Estados Unidos, lo cual podría ir en detrimento de la competitividad de Europa, en particular para las industrias con alto consumo energético. No obstante, el aumento de los precios de la energía puede verse parcialmente compensado por unas políticas energéticas y climáticas rentables, unos mercados de la energía competitivos y una mejora de las medidas de eficiencia energética, como por ejemplo el uso de productos más eficientes desde el punto de vista energético. Puede que los esfuerzos en materia de eficiencia energética de la industria europea todavía tengan que llegar más lejos, teniendo en cuenta límites físicos, dado que los competidores hacen lo propio y la industria europea decide invertir en el extranjero para situarse más cerca de los mercados en expansión. Estas son las conclusiones que sustentan el marco de 2030. Próximos pasos Está previsto que el Consejo Europeo examine este marco en su sesión de primavera, los días 20 y 21 de marzo. Contexto El marco se basa en los actuales objetivos para 2020 del «paquete de medidas sobre el clima y la energía» así como en las hojas de ruta de la Comisión para la energía y para una economía competitiva y baja en carbono en 2050. La Comunicación relativa al marco político para 2030 es una continuación del Libro Verde de la Comisión de marzo de 2013, que puso en marcha una amplia consulta pública sobre el alcance y la estructura más adecuados de los objetivos climáticos y energéticos para 2030. Estos documentos reflejan el objetivo de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80-95 % con respecto a los niveles de 1990 para el año 2050, como parte de los esfuerzos que se requieren de los países desarrollados. Para más información: Sobre los aspectos energéticos del marco: http://ec.europa.eu/energy/2030_en.htm Sobre los aspectos climáticos del marco: http://ec.europa.eu/clima/policies/2030/index_en.htm Véase también: MEMO/14/39: Preguntas y respuestas sobre la reserva de estabilidad del mercado del RCDE MEMO/14/40: Preguntas y respuestas sobre el marco de 2030 MEMO/14/38: Preguntas y respuestas sobre el estudio de los precios de la energía
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