Última hora: la Junta de Andalucía aplaza la reunión con los promotores
Los Campos de Níjar no pueden competir con El Ejido porque carecen de cosecha invernal
La climatización permitiría cultivar los productos más solicitados en Europa durante los meses fríos
Inmaculada G. Mardones.- Esta vez si. Va en serio. Después de varias iniciativas frustradas en Lanzarote, Granada, Cantoblanco…, la tenacidad de Carlos Jesús Díaz, ingeniero agrónomo y fundador de Cardial Recursos Alternativos, consigue llevar adelante la primera planta geotérmica de alta temperatura en España. Una central que aprovechará la temperatura de un yacimiento geotérmico (más de 124ºC) situado por debajo de los 1.200 metros de profundidad en el erial de los Campos de Níjar que describía Juan Goytisolo cuando los recorrió en 1958.
Entonces, Campos de Níjar eran un desierto sin paliativos, desnudo de vegetación, con gente que huía de aquellas tierras tras el cierre de las minas, el único recurso para sobrevivir.
Los casi 50 años transcurridos desde la descripción de Goytisolo a la situación actual, presentan un escenario parecido a un times lapse de varios siglos concentrados en un minuto.
El desarrollo y el conocimiento han puesto a Almería en competencia con Holanda a la hora de colocar productos hortofrutícolas en los mercados europeos durante el invierno. Atrae inversiones y demanda de puestos de trabajo. Los invernaderos han hecho el milagro.
Sobre todo los de El Ejido, situados en una plataforma privilegiada inclinada directamente hacia el mar de Alborán.
A muy pocos kilómetros de El Ejido, al otro lado de Almería capital, en Campos de Níjar han intentado replicar el modelo. Pero no pueden. Están a una cota superior. Tienen una barrera montañosa que les recorta el temple del Mediterráneo. «Y en invierno se pueden producir hasta heladas», dice resignado Carlos Díaz. Un hándicap suficiente como para limitar las cosechas a casi la cuarta parte de las de El Ejido.
Díaz trabajaba en su propio invernadero y prestaba servicios a otras empresas en la gestión de instalaciones y cultivos, cuando en sucesivas sesiones de perforaciones para localizar acuíferos con los que suministrarse de agua, la empresa encargada tiró la toalla y dijo que no seguía porque el agua era excesivamente caliente y no ganaba para sustituir los cabezales reventados de sus perforadoras.
Aquí hay un yacimiento geotérmico, pensó sin dudarlo. Vendió su invernadero por 160.00 euros y se embarcó en el proyecto de la primera planta de geotermia de alta temperatura en España. Una planta que permitiera a los invernaderos de los Campos de Níjar competir en invierno con los de El Ejido y Holanda, gracias a la aportación del calor extraído del yacimiento geotérmico en las profundidades de la falla de Carboneras, a más de 1,2 kilómetro de profundidad.
Reunión decisiva en Sevilla
Díaz solicitó en 2010 los permisos correspondientes para iniciar la investigación y corroborar la existencia del yacimiento geotérmico bajo los Campos de Níjar, ya descritos con anterioridad, por otro lado, por el Instituto Geológico Minero (IGME). Unas expectativas sostenidas, además, por la existencia de aguas termales como las del balneario de Sierra Alhamilla con afloramientos cercanos a los 50º C de temperatura. Más tarde solicitó permisos de explotación.
Pero ni la Junta de Andalucía ni en otras administraciones públicas regionales están habituados a estos trámites. Y a fecha de hoy, los permisos de explotación de los permisos Cardial 1, Cardial II, Cardial II y Cardial IV están sin resolver.
Díaz no es ningún aventurero, como los ha habido en el sector. Conoce el terreno y ha manejado cifras con empresas hortofrutícolas que se verían beneficiadas con la «calefacción» que les facilite Cardial Recursos Alternativos y la Universidad de Almería. Ya tiene compromisos de venta. Ha contrastado el proyecto con los sindicatos y su financiación con fondos de inversión y la caja de ahorros Cajamar, «donde están los mejores expertos en valorar riesgos de esta naturaleza», a su decir. Y, sobre todo, sus socios cercanos, que son empresas a riesgo y líderes del sector en Europa y España, como la potente ingeniería holandesa If Technology, Sacyr Geotermia -la única de las grandes constructoras con una división de esta especialidad-, más las consultoras Hidrología, FormatoA2 y Geología del Yacimiento.
[Una representación de todos ellos tiene cita el 9 de junio a las 12:00 horas en la Isla de la Cartuja de Sevilla con la directora general de Minas, Maria José Asensio Coto, a la que se sumarán UPA y Roque García Simón en nombre de Hortyfruta, la potente organización interprofesional de frutas y hortalizas de Andalucía oriental, que aglutina a productores y comercializadores de pimiento, tomate, calabacín, berenjena, malón, judías verdes, pepino y sandía. [Pocas horas antes de la reunión, la Junta de Andalucía canceló el encuentro, que se aplaza a finales de mes. Aunque no se han dado explicaciones sobre el motivo del retraso, algunas fuentes lo atribuyen a la situación política derivada de las últimas elecciones autonómicas y al retraso en la constitución del Gobierno de la Junta, que podría despejarse en unos días. De ser así, el actual Ejecutivo en funciones dejaría paso a la formación de un Gobierno en firme, con plenos poderes y unas políticas claras en todos los ámbitos, incluidas las energías renovables en las que se engloba la geotermia.]
400 puestos de trabajo
La reunión tratará de acelerar la concesión de los permisos de explotación del yacimiento geotérmico y demostrar que es un proyecto sostenido por todos los agentes sociales de la comarca. Porque si otros proyectos similares han fracasado ha sido por la caída de algunos de estos agentes, en particular los clientes de la planta geotérmica, sin los cuales carece de sentido producir el calor, el frío o la electricidad que vaya a generarse.
Díaz asegura que eso está resuelto. Tiene comprometidos 26 hectáreas de invernaderos y otras 80 con la tarifa social que podría ampliarse hasta 3.000 hectáreas.
Hasta ahora los invernaderos de Níjar plantan el primer ciclo de sus cultivos en agosto para cosechar en noviembre y reiniciar en diciembre-marzo el ciclo de sandía (u otros) hasta mayo-junio. Salvan los tres meses más fríos diciembre-febrero pero se pierden los de los mejores precios en los mercados europeos. Sin un apoyo de climatización forzada, como hacen los holandeses, el rendimiento y la calidad caen ostensiblemente a lo que hay que añadir los costes de combatir plagas.
El mismo impacto repercutiría en los puestos de trabajo. Durante la construcción de la planta, en torno a 50 puestos directos en las obras y no más de 7 para la gestión permanente de la instalación. Pero una vez construida y puesta en funcionamiento, se estima que los invernaderos calefactados generarían 200 puestos de trabajo por cada 20 hectáreas a los que habría que añadir otros tantos en las centrales hortofrutícolas donde se reciben, clasifican y envasan los productos, según estimaciones de uno de los clientes comprometidos con el proyecto.
El yacimiento geotérmico de Níjar
El acuífero geotérmico de Níjar -sierra de Alhamilla ya descrito por el IGME- ocupa una extensión aproximada de 28.000 hectáreas distribuidas por los términos municipales del propio Níjar, el este de Almería capital y Lucainena de las Torres por el norte. Según relata Díaz, su profundidad media se sitúa entre los 1.200 y 2.500 metros con una temperatura de 124º C y estimaciones de llegar hasta 220 ºC. «Con esos datos calculamos que podríamos producir unos 500 MW térmicos y entre 50 y 70 MW eléctricos, que equivale a unas 1.000 ha calefactadas a demanda, mientras en tarifa social podríamos llegar a otras 3.000».
Oportunidad de cultivar en invierno
La cota de los Campos de Níjar y las bajas temperaturas ocasionales en invierno inhabilitan una o dos cosechas anuales. Con la climatización geotérmica «el rendimiento potencial se dispara. No solo en cantidad -en producción de tomate pasamos de 9 kilogramos el metro cuadrado a 15 y con la tarifa limitada, a demanda, debemos superar los 25 kg/m2-, si no en calidad», afirma Diaz. «Pasamos de unos estándares de 50% de primera calidad y resto de 2ª y 3ª a un 90% primera calidad los meses con los precios más elevados. Además se abren las puertas a una mayor diversidad de cultivos y producciones , residuales ahora en Campo de Níjar, como pimientos, judías, fresas..».
Clientes comprometidos
La sostenibilidad de la planta geotérmica, que requeriría una inversión inicial de no más de 4 millones de euros, depende de asegurarse una clientela. Díaz sostiene que dispone de cartas de interés de varias empresas punteras y contactos con otras, «Estamos trabajando con ellos el acuerdo final. Pero no puedo adelantar detalles porque se dispararían los precios. Ya hemos abandonado una localización por este motivo, no vale lo mismo un metro de tierra árida con calefacción que sin ella».
Tipo de planta geotérmica
Los planes de Cardial en la primera fase se limitan a extraer el calor del yacimiento y, mediante intercambiadores térmicos, venderlo a los invernaderos. Si han pasado tantos años en gestionar trámites y obtener los permisos de investigación y pronto los de explotación, confían en que no tengan que esperar otro tanto para ulteriores instalaciones como bomba de calor y la planta de generación. Se han decantado ya por el modelo «binario» que calienta indirectamente el vapor que hace girar la turbina y producir electricidad, aunque no la tienen aún dimensionada.
La suerte está echada, a la espera del encuentro del próximo miércoles en Sevilla. Díaz y sus socios, que apuestan por la iniciativa a riesgo, cuentan con financiación suficiente para hacer realidad su proyecto. ¿Alguna subvención? «De momento ninguna, aunque las tenemos estudiadas y solicitaremos las que estén disponibles. Empezamos y continuaremos con capital 100% privado», añade Díaz. Sus homólogos holandeses disfrutan de créditos blandos para adquirir equipos y en los precios de la luz que generan.
El ya tiene comprometidos los 160.000 euros que obtuvo por la venta del invernadero propio que gestionaba hasta que se embarcó en la aventura de sacarle provecho a la geotermia, en una zona que convierte en oro cualquier pequeño recurso -agua, calor garantizado- sobre el desaliento y la aridez descrita por Juan Goytisolo.
Imágenes cedidas por Cardial durante los trabajos de investigación en Campos de Níjar y Sierra de Alhamilla/IGME.Elaboración propia