La Hidrogeología en España acaba de cumplir cien años. Unos pocos más. Un Real Decreto de 1905 encomendó al Instituto Geológico y Minero de España (IGME) la investigación de las corrientes de agua subterráneas en cada una de las grandes cuencas hidrográficas. Pero hubo que esperar hasta 1985 para que, mediante la Ley de Aguas, las subterráneas se contemplaran junto a las superficiales como parte sustancial del ciclo integral del agua. El IGME ha querido celebrar los cien años de historia de esta disciplina tan vital para un país con las características hidroclimáticas de España con un bastísimo compendio a cargo de Juan Antonio López-Geta y Juan María Fornés Azcoiti.  En sus 814 páginas se abarcan todos los aspectos de esta materia, desde la historia de la disciplina, las comunidades de usuarios, el desarrollo de la captación de las aguas subterráneas y su imbricación medioambiental. El volúmen dedica un capítulo  a la energía geotérmica en España y su conocimiento científico a cargo de Celestino García de la Noceda, investigador del IGME y uno de los más cualificados conocedores de esta especialidad en nuestro país.

Que el tema suscita gran interés se evidenció en el acto de presentación celebrado el lunes 27 de mayo en el salón de actos de la Fundación Gómez Pardo -en la imagen-, totalmente insuficiente para acoger a decenas de investigadores, técnicos y profesionales que ocupan ó ocuparon puestos de responsabilidad en la gestión de aguas subterráneas en todos los niveles administrativos del territorio nacional. Los 100 años de Hidrogeología en España está llamado a convertirse en una referencia imprescindible para el conocimiento y aprovechamiento de las aguas subterráneas en la península y archipiélagos. Si en la espléndida edición se hubiera añadido un toque de usabilidad,  la aproximación a sus páginas sería muchísimo más amigable.