El proyecto surgió de un acuerdo entre el Colegio de Geólogos y la institución ferial de Madrid en 2011
Inmaculada G. Mardones. Las oficinas de la institución ferial de Madrid (Ifema) al noreste de la ciudad y muy próxima al aeropuerto de Barajas contarán a finales de año o principios del próximo con una climatización proporcionada por geotermia, la energía cien por cien renovable que se transfiere desde el subsuelo. El presidente de Ifema, Clemente González, anunció en la clausura de Genera17 que en las próximas semanas, se licitará el contrato de adjudicación de las obras presupuestadas en 450.000 euros que serán amortizadas en 9 años.
La iniciativa ha fraguado tras más de seis años de espera, fruto de un convenio de colaboración del Colegio de Geólogos y la institución ferial madrileña suscrito en 2011. Ese tiempo transcurrido, tan prolongado, hace que ninguno de sus promotores esté en sus puestos, ni siquiera Iñigo Ruiz, director de la ingeniería vasca Best que realizó una auditoría energética del escenario, la asistencia técnica y la dirección facultativa del proyecto geotérmico.
Tanto entonces como ahora que se va a convertir en realidad, la idea es que la instalación se convierta en una referencia nacional por la proyección de la entidad, las miles de personas que la visitan y los foros técnicos y comerciales que acoge relacionados con las energías renovables, descarbonización y la eficiencia energética. Ahí quedará como paradigma. «El proyecto representa una apuesta, por ser embajadores de las ventajas de la energía geotérmica de baja entalpía en todo el mundo”, subrayó González .
Y aunque Ruiz ya no forme parte de Best, porque ha montado su propia consultora Geinor, fue el invitado a exponer en la propia Ifema los detalles del trabajo realizado. No evitó destacar que al tratarse de una instalación emblemática en apoyo e «hibridación» con la que está funcionando, la ejecución será compleja y deberá hacerse mediante un control y seguimiento técnicamente precisos.
La planta de geotermia de baja entalpía constará de una bomba de calor de una potencia de 355 Kw para calor y 305 kw para frío, con un depósito de inercia de 2.500 litros de agua, capacitada para operar durante 7.500 horas anuales, el 85% del total, con una vigencia de 25 años. Se prevé que cubra el 32% del aporte calorífico para calefacción y el 47% de las necesidades de refrigeración. González destacó que «su principal uso será cubrir las necesidades básicas de climatización y agua caliente sanitaria del edificio central, con el apoyo de la instalación térmica actual cuando se produzcan picos de demanda».
El campo de captación se situará en la trasera del pabellón 1 y próximo al edificio que aloja las calderas de calefacción y refrigeración del complejo ferial. Contará con 36 sondeos de hasta 135 metros de profundidad en rejilla que permitirá aportar, mediante la bomba de calor, agua a temperatura entre 45ºC y 50ºC al caudal existente, con una temperatura diez grados superior. «Cuanto más tiempo funcione, mayor será su eficiencia», advirtió Íñigo Ruiz.
La introducción de la geotermia representará para Ifema un ahorro estimado de 81.000 kWh anuales en energía eléctrica y 707.000 kWh anuales en el gas dejado de consumir, lo que en términos monetarios significa 50.000 euros anuales en reducción de gasto energético y dejar de emitir 200 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
Como postula Manuel Regueiro, presidente del Colegio de Geológos, «la geotermia de baja entalpía demostrará con esta instalación el enorme ahorro que supone frente a otras fuentes energéticas, incluidas otras renovables». Razón por la cual la entidad que preside defiende una mayor implantación en España, muy alejada de su expansión sostenida en otros países europeos.