El sistema replica la generación eléctrica desde yacimientos geotérmicos

Uno de los grandes problemas de las renovables es la dificultad de almacenar la energía excedentaria por exceso de viento o sol para no perderla y almacenarla cuando cesan la luz diurna y el viento para ser reutilizada. Es lo que sucedió hace pocos meses en una zona de bajas presiones llamada Theresa que, debido a una enorme tormenta, fue capaz de generar más de 31.000 MW de electricidad y no pudieron aprovecharse debido a la falta de sistemas de almacenamiento eficientes y asequibles.

Las piedras retienen la energía en forma a 600o C

Ahora, la multinacional alemana desarrolla en colaboración con la Universidad de Hamburgo y la compañía Hamburg Energie, un nuevo sistema de almacenamiento denominado Future Energy Solution (FES), capaz de almacenar el exceso de energía generada de los parques eólicos durante varias horas o incluso durante un día entero.

Esta tecnología ya se está probando en una fábrica a pequeña escala en Hamburgo. Convierte el superávit de energía en calor, que es soplado hacia un compartimento aislado con piedras en su interior. Las rocas se calientan hasta alcanzar una temperatura superiores a los  600 grados Celsius. Una vez almacenado en calor, si hay un aumento de la demanda de energía, las rocas calientan un flujo de aire que se traslada a un ciclo de vapor para generar electricidad nueva. Este sencillo diseño utiliza piedras naturales. Es rentable y puede ser usado potencialmente como un complemento a los sistemas de almacenamiento ya existentes, señala la empresa.

1490284006638Un investigador prepara el sistema de almacenamiento FES. Para ello, conecta la unidad de calefacción del sistema con una línea de suministro de un contenedor cargado con piedras calientes. / Siemens

Los expertos  investigan ahora la transmisión de calor en contenedores llenos de piedras. «El sistema termal de almacenamiento es la pieza central de la planta de Hamburgo», indica Vladimir Danov,  director de proyecto. «Es muy importante que entendamos el fenómeno de transmisión de calor en los sistemas de almacenamiento para incrementar su eficiencia global y poder construir una central de energía a gran escala», añade.

Mediciones simplificadas

La planta a pequeña escala de Hamburgo está situada en un contenedor de aproximadamente 5 metros de longitud. Además de las piedras, cuenta también con alrededor de 13.000 bolas de cerámica. «La ventaja de utilizar bolas de cerámica es que todas tienen el mismo tamaño y forma, lo que hace más fácil calcular el proceso de transmisión de calor dentro del compartimento», dice Danov. «Sin embargo, nosotros solo utilizaremos bolas de cerámica para esta fase experimental. El próximo paso, lo realizaremos con piedras naturales para poder estudiar cómo influyen las formas irregulares y los distintos materiales en el transporte del calor».

https://www.siemens.com/innovation/en/home/publications/energy-and-efficiency/smart-grids-and-energy-storage-more-than-hot-air/_jcr_content/par1/image.adapt.596.high.jpg/1490284116738.jpgEsquema del funcionamiento del sistema. / Siemens

Las bolas cerámicas no se pueden utilizar en una planta de tamaño real porque son demasiado caras. Los investigadores buscan mejores tipos de piedras para la instalación y ya han seleccionado varios. Y es que cuanto mayor sea la estabilidad térmica de las piedras, más duradero y eficiente será el sistema de almacenamiento.

Pero independientemente de las piedras o bolas utilizadas, el mayor reto es cómo medir los procesos de transporte del calor dentro del contenedor. Con el objetivo de obtener resultados lo más detallados posibles, los investigadores han instalado cerca de 50 termopares en el sistema de almacenamiento.

Estos sensores miden la temperatura en una gran variedad de puntos del recipiente, así como los volúmenes de flujo de aire y gradientes de presión. «Los descubrimientos que hagamos facilitarán más la labor  de construir la planta a tamaño real en el futuro», comenta Jochen Schäfer, director de Sistemas de Energía distribuida en la compañía.

Una planta a gran escala en 2018

Sin embargo, antes de que el concepto de FES se pueda extender, los investigadores quieren construir una planta a tamaño real, incluyendo la tecnología de convertir el calor en electricidad. En los prototipos de Hamburgo y Erlangen falta esta tecnología porque hasta la fecha sólo se ha examinado el flujo de calor a través de las piedras.

A principios de 2018, se construirá en Hamburgo una fábrica que incluya tanto el sistema de almacenamiento de la energía eólica sobrante como la tecnología capaz de convertir el calor almacenado en electricidad.

Aunque se estima que una planta de este tipo puede lograr un 25% de eficiencia, se calcula que una a gran escala con una producción de más de 100 megavatios contará con una eficiencia de hasta un 50%.