Geotermiaonline.com.- El Gobierno de Colombia confía despejar  el próximo 31 de octubre, con una nueva convocatoria de subasta de energías renovables, la decepción creada por el fracaso de la primera subasta celebrada el pasado febrero, que acabó suspendida. En esta ocasión si incluirá proyectos de geotermia, energía no contemplada inicialmente. 

Según ha trascendido en el reciente congreso geotérmico GEOLAC para América Latina y el Caribe se calcula que el potencial geotérmico a desarrollar alcanza los  18 MW de potencia, una cifra optimista, según los analistas.

Tras el fracaso de febrero, el Ministerio de Minas y Energía colombiano ha sometido a consulta documentos ad hoc, tras la cual ha emitido dos decretos; Resolución 1 y  Resolución 2, en los que se recogen los nuevos pliegos que regulan la subasta de octubre, con la obligación de comenzar a suministrar energía renovable antes del día 1 de enero de 2022 en cualquiera de sus fuentes; ya sea eólica, solar, minihidráulica, biomasa, energía de las olas o geotérmica. 

Los contratos tendrán una vigencia de 15 años (antes 12). Los proyectos podrán superar los 5 MW de capacidad hasta un cómputo global en torno a  1GW (no precisado) de producción renovable durante tres bloques de tiempo predefinidos «para garantizar la seguridad del suministro», con potenciales inversores y compradores de la energía generada.

La Comisión de Regulación de Energçia y Gas (CREG) establecerá un precio máximo para la subasta y definirá «los requisitos de competencia que describirán el número de postores y la escala de capacidad requerida para participar» con el fín de que la subasta tenga éxito. En la anterior ninguno de los proyectos presentados (por 15 empresas para 17 plantas solares, cuatro eólicas y una de biomasa) cumplía con las condiciones de licitación, según la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez. 

A favor de los compradores 

Según analistas, las nuevas condiciones favorecen a los compradores de la energía renovable producida, frente a los productores que ganaban con la fallida licitación de febrero. Y ponen en duda que la producción de las futuras instalaciones pueda iniciarse antes de 2022, ya que al jugar en contra del generador y aumentar el riesgo la búsqueda de financiación será más costosa y llevará más tiempo.

La entrada en servicio de las nuevas plantas generadores de electricidad se considera perentoria en Colombia, no sólo por  las políticas de sostenibilidad ambiental y reducción de emisiones nocivas a la atmósfera. No todos los colombianos tienen acceso a electricidad. Más de 2,5 millones permanecen en la oscuridad, según la Asociación Colombiana de generadores de Energía Eléctrica (Acogen).

«Contamos con alrededor de 470.000 viviendas sin servicio, distribuidas a lo largo del territorio nacional», señala Jorge Valencia, ex director de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) del Ministerio de Minas y Energía colombiano. algo más de 400.000 hogares  son interconectables, según el diario El Espectador, el 11% restante no lo son por tratarse de lugares muy apartados y de difícil acceso, en las selvas ecuatorianas del Darién y Chocó, junto a Panamá y otras ya en el interior de la zona amazónica.

Colombia  dispone de más de 16,4 GW de capacidad instalada de energía, de la que un 66% es de generación hidráulica. En un viaje reciente de la ministra del ramo a Pekín, ha recibido una donación de 3.000 paneles solares chinos destinados a proveer de energía a más de 1.500 viviendas aisladas. Suárez ha destacado el interés de varias energéticas del país asiático en participar en la subasta colombiana de octubre. Más información