La tecnología que revitalizó la exploración de hidrocarburos podría impulsar un nuevo boom energético

David Biello, Scientific AmericanLa tierra almacena depósitos enormes de calor sin explotar. Bajo nuestros pies hace tanto calor que con sólo el 2% de  este recurso térmico se podría atender dos mil veces la demanda anual energética de los Estados Unidos, según un análisis realizado por el Instituto Tecnológico de Masachusets (MIT).

Con la misma tecnología que hoy se aplica para obtener el gas natural atrapado en rocas madre, se podría aprovechar el calor del subsuelo para generar electricidad barata. El procedimiento es sencillo: utilizar una bomba de intercambio de calor entre el subsuelo y mover una turbina para generar electricidad con el vapor de agua transferido a la superficie.

En regiones con rocas madres muy calientes y agua abundante en el entorno, la generación de electricidad mediante plantas geotérmicas es sencilla. Pero estos emplazamientos óptimos son pocos y distantes entre sí. La estimulación hidráulica (fracking) utilizada en la extracción de gas natural no convencional podría ayudar. Las mismas fracturas que extraen el gas natural de la roca madre en pozos profundos permitirían acceder al calor geotérmico atrapado en cualquier lugar del globo.

El Servicio Geológico de los Estados Unidos calcula que por este sistema se  podría generar una capacidad de generación eléctrica de 500 gigavatios, 1,5 veces más que todas las  centrales térmicas de carbón existentes en ese país. Ese inmenso potencial es la razón por la cual el Departamento de Energía (DOE) ha destinado 5,4 millones de dólares para ayudar a Ormat Technologies (empresa israelí  líder mundial en generación geotérmica) para poner en marcha la primera planta  de energía geotérmica por estimulación (EGS) en los Estados Unidos.  Esta planta, Desert Peak, cerca de Reno en Nevada, comenzó a generar electricidad el pasado mes de abril.  Otras plantas de estas características  ya funcionan con éxito en Europa y Australia.

«La gran oportunidad es el EGS», dice entusiasmado Douglas Hollett, un veterano de la industria del petróleo que ahora dirige la oficina de tecnologías de energía geotérmica del DOE . «La clave es aprender cómo hacerlo de una manera fiable y responsable.»

En la actualidad, la energía geotérmica produce «menos del uno por ciento de la energía mundial», señala una perspectiva reciente en Science. La razón de esta escasa presencia es simple: el coste. Además del largo periodo de gestación y el coste de construcción de una planta de generación en la parte superior de los pozos viables, existe también el factor de riesgo -entre 6 y 8 millones de dólares- de la prospección y perforación de un pozo que resulte seco y no genere vapor. Perforar demasiados pozos que a la larga resulten secos conducen a la quiebra, antes de poder generar y vender un sólo vatio de energía. 

Si se puede  desarrollar la tecnología que reduzca esos riesgos, la energía geotérmica podría desempeñar un papel más protagonista. Con esta perspectiva, el DOE está experimentando mejores métodos de prospección geotérmica, perforación y estimulación hidráulica. Dado que gran parte de ese trabajo también podría beneficiar a la perforación tradicional, la industria de hidrocarburos podría ayudar a pagar la factura de la tecnología geotérmica estimulada.

ScientificAmerican