La instalación de calor y frío convencional, no renovable, tendrá que estar justificada

El nuevo Reglamento de Instalaciones Térmicas en edificios entrará en vigor el día 1 de julio

Inmaculada G. Mardones.- El próximo día 1 de julio de 2021 entra en vigor el Reglamento actualizado de Instalaciones Térmicas en los Edificios, más conocido por RITE, con el que el Gobierno aspira a mejorar la eficiencia energética de los edificios mediante la reducción del consumo de energía primaria en un 39,5% en 2030, según el nuevo texto aprobado por el Consejo de Ministros el 23 de marzo. El nuevo RITE obligará a justificar la instalación de sistemas térmicos convencionales en caso de no aplicar otros más eficientes y sostenible, como «la bomba de calor geotérmica con suelo radiante o la hibridación de energía solar térmica con caldera de gas natural», según la nota de prensa explicativa, emitida por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que dirige Teresa Ribera. Los edificios con grandes consumos serán los primeros en dar el primer paso para convertirse en edificios inteligentes que contribuyan a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)

A las instalaciones térmicas en los edificios se les exige el cumplimiento de unos mínimos de eficiencia energética y seguridad con el fin de contribuir a alcanzar los objetivos climáticos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), en concreto, el objetivo de mejora de la eficiencia energética a través de la reducción del consumo de energía primaria en un 39,5% en 2030 y de energía final en 36.809,3 toneladas equivalentes de petróleo (Ktep), según se señala en la justificación del Real Decreto que regula el RITE.

Justificación y publicidad a usuarios

Entre los sistemas más eficientes y sostenibles para climatizar edificios, el RITE apuesta por la bomba de calor geotérmica con suelo radiante o hibridar energía solar térmica con caldera de gas natural. En caso de no poder instalarse deberá presentarse una justificación comparada entre el sistema de producción de energía elegido y otros alternativos, «teniendo en cuenta aquellos sistemas que sean viables técnica, medioambiental y económicamente».

Está inspirado en el principio de neutralidad tecnológica y no impone el uso de una determinada técnica o material. Adapta la Directiva (UE) 2018/2001 el fomento de recursos renovables para frío y calor, así como al de varios reglamentos europeos de diseño ecológico y etiquetado de productos relacionados con la energía. Esta adaptación aporta nuevas definiciones en el Reglamento y modifica alguna de las ya existentes en materia de edificación y eficiencia energética.

Todos los edificios de más de 1.000 metros cuadrados destinados a uso terciario deberán publicitar a sus usuarios el consumo de energía durante los últimos años y el origen de la misma. De este modo, la actualización del RITE mejora la información disponible para que usuarios y propietarios puedan optar por soluciones más eficientes.

En este tipo de edificios con una potencia útil nominal de climatización superior a 290 kW será obligatoria la digitalización de su gran consumo, de manera que sean quienes se anticipen en disminuirlo y en reducir emisiones. Sólo serán inspeccionados periódicamente los sistemas de calefacción y las instalaciones combinadas de calefacción, ventilación y agua caliente sanitaria con una potencia útil nominal mayor de 70 kilovatios (kW). Estas inspecciones periódicas se aplicarán también a los sistemas de aire acondicionado y las instalaciones combinadas de aire acondicionado y ventilación.

La empresa encargada del servicio de medición, reparto y contabilización -continua el RITE-, deberá aclarar, antes de firmar el contrato, si las tecnologías utilizadas para los servicios de lectura de consumo permiten cambiar de proveedor del servicio sin necesidad de incurrir en gastos adicionales.

La distribución de los costes ligados a la información sobre el consumo individual se llevará a cabo sin fines lucrativos. «La atribución de esa tarea a un tercero -concluye-, podrá repercutir sobre los usuarios finales siempre que se ajusten a los estándares de mercado».