• El archipiélago portugués, situado en la conjunción de tres placas tectónicas en el Atlántico cuenta con otras dos centrales geotérmicas en la isla de San Miguel

Inmaculada G. Mardones.-  La  compañía eléctrica del archipiélago portugués de las Azores, Eda  Renováveis,  ha firmado el contrato con las ingenierías Exercy y CME para diseñar y construir llave en mano la tercera planta de generación por geotermia de las islas y la primera en la de Terceira, en el paraje Chambre-Pico Alto. La planta estará dotada con una potencia modular inicial de 4MW, pero apta para multiplicar su producción y superar los 10MW. El concurso por ocho millones de euros, se convocó hace un año y debido a lo adelantado de los pozos exploratorios, la promotora confía en que pueda estar operativa a principio de 2017.

La planta de generación será del tipo binario ORC, ya que a diferencia de las tipo flash tradicionales se adapta mejor a las restricciones ambientales del archipiélago atlántico.

Tras la firma del contrato, las autoridades autonómicas de las Azores se han apresurado a celebrarlo con un ceremonioso acto de colocación de la primera piedra del todavía proyecto. Exergía ha recurrido al concurso de la poderosa ingeniería portuguesa CME para la construcción de la planta. 

La planta de Pico Alto utilizará el calor de la salmuera geotérmica y los flujos de vapor de alta temperatura en sus intercambiadores de calor. El modelo de planta binaria no necesita recurrir al agua para operar, gracias a la refrigeración por aire directo del flujo de trabajo (ver infografía en la pasarela gráfica).

Gestión ultraperiférica

La energía es difícil de gestionar en un archipiélago como el de las Azores, un conjunto de nueve islas muy distanciadas entre sí, sin los recursos energéticos fósiles convencionales. Pero si los tiene sostenibles, como el viento, la luz solar y la geotermia, debido a la intensa actividad volcánica generada en las islas por la confluencia de tres placas tectónicas, la placa americana, la africana y la euroasiática. Esta actividad no sólo es visible en su morfología volcánica sino también en los afloramientos superficiales de vapor, procedentes de la enorme cantidad de energía subterránea endógena que se expresa en muchas partes del archipiélago.

Las islas han sufrido episodios de cortes de luz, muy difíciles de gestionar por su aislamiento y la distancia que las separa entre si. De ahí el interés de los responsable de EDA por aprovechar los recursos renovables existentes. En 2014 su penetración alcanzaba el 35,5%, pero aspiran a elevarlo por encima del 50% entre 2018 y 2019, lo que supone un desafío, también para encajar la producción eólica en momentos pico de viento.

En la isla de San Miguel ya registran ese problema de encaje para los excedentes de producción, por lo que se plantean distintas alternativas para su almacenamiento. Nada mejor que la geotermia para ofrecer una salida.

No hay un día sin terremoto en las Azores. La mayoría no alcanzan la magnitud 4. Buena parte de ellos se concentra en la islas de San Jorge, pero sobre todo en la de Terceira. En 1998 hubo 10 muertos y 69 en 1980. Muy lejos, no obstante de los 1.053 registrados en 1757 por la coincidencia de un tsunami y una erupción volcánica en la primera.

En comparación con Italia, donde una actividad sísmica intensiva puso en marcha a principios del siglo pasado la primera central de generación eléctrica del mundo por geotermia en Larderello, la Toscana. Las Azores han descubierto la geotermia con la crisis del petróleo de mediados de los setenta. Fue a partir de entonces cuando se comenzó a perforar pozos para conocer la profundidad y rentabilidad de los yacimientos térmicos y transferir sus elevadas temperaturas por encima de los 200ºC hasta generadores de electricidad en superficie.

En la isla de San Miguel ya están operativas dos centrales de generación geotérmicas (ver ilustraciones) y próximamente se perforarán seis pozos geotérmicos  en Lagoa do Fogo, junto a la existente de Ribeira Grande con los que se pretende elevar la producción de la geotérmica existente en más de 8 MW.

Formación islandesa

En la última década, el impulso al desarrollo de las energías renovables y la geotérmica, en particular en las Azores procede básicamente de la Unión Europea a través de la financiación de programas específicos para regiones ultraperiféricas con los que se apoya tanto el desarrollo económico como la prevención del cambio climático mediante el aprovechamiento geotérmico. La UE lleva años financiando la perforación de pozos geotérmicos, el aspecto que más recursos consume para poder garantizar la viabilidad y sostenibilidad de los yacimientos de alta temperatura que permitan operar con eficiencia una planta de generación.

El programa GAIa (Geothermal Azores-Iceland Programme Proposal suscrito con EDA Electricity of Azores en 2012 por Islandia, como país «donante» destinaba 4,4 millones de euros a los estudios previos e instalación de una planta piloto de 3 MW en la isla de Terceira con el compromiso, a futuro, de elevar su capacidad hasta los 25 MWt. Y en caso de no alcanzarlos, traspasar los fondos y sumarlos a  los 10,2 millones presupuestados para construir una nueva planta de 5 MWt en la isla de San Miguel. El acuerdo también contiene dotaciones para formación en universidades y centros educativos locales en el conocimiento y explotación de la geotermia en estas islas atlánticas.

La compañía operadora de este programa, EDA Renováveis, ​​está participada con un 50,1% por la Región Autónoma de las Azores; un 39,7% en manos de Energia y Servicios de Azores, un 10% por Gestão da Produção de Energia y un simbólico 0,2% perteneciente a pequeños accionistas y emigrantes.

Fuente: EDA Renováveis