«No veo motivos para criticar a nadie. Con menos rivalidad y bajada de precios nos iría mejor. Hay tarta para todos»

La ingeniera-empresaria al frente de Geoterra pasó de gestionar equipos en telecomunicaciones a crear Bleninser e instalarse por su cuenta

Almudena de Bustos

Inmaculada G. Mardones. – Llegar a los cincuenta con tres hijos criados y pasar diez años sin vacaciones no lo hace cualquiera. En el caso de Almudena de Bustos, que por fin este verano se ha podido tomar unos días libres, coincide que pasó de dirigir equipos en empresas de telecomunicaciones en el área de calidad a perforar pozos geotérmicos por su cuenta, año sabático mediante. En el sector se la considera el número uno de las perforadoras; “la mejor, sin ninguna duda”, recalca Lorenzo Martínez fundador y CEO de Geointegral, una empresa incipiente muy activa en el mercado.

Almudena le resta importancia. Ingeniera Industrial por ICAI tiene en su haber un largo recorrido previo ajeno a la geotermia, como Retevisión, lanzamientos de Amena, Jazztel, Amena, Yoigo… pero reconoce que esa experiencia le resultó de máxima utilidad para conocer el manejo de equipos hasta que llegó la crisis.

Entonces decidió tomarse un año sabático. Y al finalizar, un visionario compañero de trabajo la convenció para explorar juntos en España la geotermia, un recurso renovable del subsuelo con amplio desarrollo en Europa y desconocido entre los promotores. El entusiasmo del socio, Antonio Martín, era tal que acudieron a Oklahoma a aprender de Garen Ewbank, uno de los sabios mundiales del sector y le trajeron a España a que les formara. Giraron un viaje a Suecia para ver instalaciones, una fábrica de bombas de calor y empaparse de las claves del negocio antes de crear en 2008 la sociedad Bleninser, con sede en Cádiz.

El entusiasmo por este nicho del mercado era total. Adquirieron máquinas exclusivas de perforación, las italianas Comacchio [nombre de la ciudad de visita imprescindible entre Ferrara y Venecia que en una guerra por el control de la sal fue saqueada y destruida por los venecianos entre los siglos IX y X].  Las perforadoras idóneas para las exigencias térmicas y diferentes de las que suelen utilizarse provenientes de la perforación de pozos de agua. Nada que ver con la introducción de sondas glicoladas, específicas para recoger el calor de la tierra en invierno y disipar al subsuelo el calor de la superficie en verano.

Jarro de agua fría

Entre sus planes figuraba la instalación de la primera planta de generación eléctrica por geotermia en profundidades superiores a los mil metros en Granada. Tenían perforados ya 25 pozos para Geotics en el inicio de la rehabilitación energética del espectacular complejo modernista del hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona.

 La obra de su vida: 291 sondeos de 120 metros para una demanda anual de 3.400 MWh/ de calor y frío con bombas de calor de 3MWt. Doce edificios (22.250 m2…) Un coste aproximado de 100 millones de euros.

Pero el concurso para la climatización completa del complejo por el IDAE, que era quien lo financiaba, adjudicó el proyecto a Sacyr.

Con el mercado ya en atonía, Bleninser no superó el golpe. Sobre todo, sicológico. El mismo año en el que recibían el premio a la mejor instalación geotérmica de la Comunidad de Madrid de 2013 por la climatización con 36 pozos a 136 metros de profundidad para 32 viviendas de Coivisa (Pryconsa) en el Encinar de los Reyes, con una potencia de 315 kW para calefacción y 52 kW para agua caliente sanitaria). El jarro de agua fría del proyecto Sant Pau sobre Antonio Martín Marcos tiró por el aire su entusiasmo por la geotermia. Informático de formación, se despidió de la actividad a la que había dedicado cinco intensos años.     

Almudena aguantó. Su trabajo personal – además de la crianza de sus tres hijos-, era la perforación. Disponía de tres máquinas idóneas para la geotermia somera. Se asoció con Juan Antonio de Isabel (socio fundador de Geoter) y continuó la actividad, más tarde ya por su cuenta, al crear en 2015 la empresa Geoterra Drilling de la que es socia gerente.

Recreación del Polideportivo en la Plaza de la Cebada de Madrid, pendiente de inaugurarse

No ha parado. Y a pesar de que en el sector hay rivalidad por bajar los precios, mantiene la fidelidad de sus clientes y un riguroso respeto por sus competidores. “En la geotermia han aterrizado muchas ingenierías sin experiencia. Perforan con presiones inadecuadas sobre diseños mal hechos que no se ajustan a la demanda de calor y frio de los edificios y no llegan o se sobredimensionan sin ninguna necesidad. No se comparte el conocimiento, la información”.

Y qué hace una mujer sola en un sector de varones tan concurrente, donde se critica al de al lado sin contemplaciones. “Los hombres son más agresivos. Sienten más la rivalidad. No se comparte la información técnica. Hay mucha testosterona. No se quieren nada. Les cuesta más llamar. Yo soy transparente. Tengo más mano izquierda. Las mujeres sabemos manejar mejor los conflictos. No veo motivos para criticar. No me oirás hablar mal de nadie. Con menos rivalidad y bajada de precios nos iría mejor. Hay tarta para todos. Si a ellos les va bien, a mí también”.

Hay tarta para todos. Si a ellos les va bien, a mi también

 “Yo tengo media docena de clientes muy fieles, pero no me importaría tener bastantes más. Se fían de mí. Confían en mi”, añade. “Si surgen imprevistos en un terreno complicado busco soluciones, aporto documentación. Soy muy transparente. Doy lo que necesitan. No dejo a nadie tirado.”

Almudena de Bustos reserva sus críticas a quienes valoran sin conocimiento la geotermia para climatizar una vivienda, como algo “caro” cuando es más eficiente, barata y sostenible a largo plazo que cualquier otro recurso energético. “A quienes les parece caro ¿valoran más una encimera de mármol, una bañera con hidromasaje o un jacuzzi que una climatización confortable?

En un sector incipiente en España y un conocimiento muy escaso entre la sociedad, “no se valora la calidad ni se tienen en cuenta los costes de reposición”, recalca esta ingeniera con seis empleados a su cargo; tres perforadoras (MC450P1 y dos MC900C) valoradas en más de 400.000 euros cada una, dos de las cuales en propiedad y la tercera en leasing. Más el encargado Narcís Constantinescu, “el mejor perforista que conozco”.

Movilizar el equipo de una obra a otra cuesta. 1.000 euros si está cerca; 5.000 si el emplazamiento queda lejos. En la geotermia somera, la habitual en España para la climatización frío-caliente más ACS, los pozos suelen tener una profundidad entre los 90 y 150 metros, de manera que la media operativa suele alcanzar la perforación de cuatro pozos por semana a una profundidad media de 120 metros.

Una mala perforación es irreversible

“Lo que diferencia a nuestras máquinas on los diámetros de perforación, la metodología y su potencia. Disponen d doble cabeza y triple mordaza lo que nos permite introducir la tubería recuperable para poder sujetar la perforación en caso de que sea necesario”.

Y ¿a cuánto asciende el coste de perforar?: – “Entre los 18 y 22 euros por metro”.

La perforación es el pilar fundamental de los tres que integran la geotermia para climatización.  Si se hace mal no tiene vuelta atrás, ni reparación posible, ya que suele ejecutarse bajo los cimientos del edificio. De ahí que la ratio del coste de un proyecto llave en mano suponga entre el 40% y el 45%. El primer pilar es la ingeniería del diseño y el último la instalación de conducciones a la bomba de calor y de ahí, a la distribución del calor, el frío o el agua caliente sanitaria al conjunto del edificio.

Almudena de Bustos guarda varios premios a la mejor instalación geotérmica de la Comunidad de Madrid, una iniciativa anual que ayudó mucho al conocimiento y difusión de esta energía renovable creada e impulsada por el Catedrático de Proyectos de la Escuela Superior de Minas, Carlos López Jimeno, durante su etapa como director general de Industria (2000-2016).

En su portfolio de proyectos, además de las viviendas premiadas en El Encinar de los Reyes, tiene en su haber la estación del AVE en Cuenca, el polideportivo de la Plaza de la Cebada, Correos en Barajas y el edificio del Canal de Isabel II en la Plaza de Castilla en Madrid, una promoción de viviendas para daneses en la costa de Torrox (Málaga), el edificio Ferro de la Universidad de Vigo en Orense o las perforaciones en torno al Castillo del Buen Amor en Topas (Valladolid) son algunas de sus obras destacadas ¿La mejor? “Cualquiera de ellas”, dice.

Algunas de las obras donde Geoterra ha intervenido como perforista geotérmica